Artes visuales y exposiciones

Artistas del siglo XX: Picasso y Beckmann en el Museo Von der Heydt de Wuppertal

Juan Carlos Tellechea
martes, 24 de octubre de 2023
Pablo Picasso / Max Beckmann. Mensch-Mythos-Welt © 2023 by Von der Heydt-Museum Pablo Picasso / Max Beckmann. Mensch-Mythos-Welt © 2023 by Von der Heydt-Museum
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En el 50º aniversario de la muerte de Pablo Picasso, el Museo Von der Heydt, de Wuppertal, presenta el plato fuerte de su actual temporada de exposiciones: la gran muestra Pablo Picasso / Max Beckmann. Mensch – Mythos – Welt (Pablo Picasso / Max Beckmann. Hombre – Mito – Mundo), con unas 200 obras de ambos artistas, que puede visitarse desde el 17 de septiembre al 7 de enero de 2024. La exhibición, patrocinada por el embajador de Francia en Alemania, François Delattre, y museísticamente muy bien presentada, se realiza en cooperación con el Museo Sprengel, de Hannover, adonde se trasladará el año próximo.

Con Pablo Picasso y Max Beckmann, el renombrado museo de arte sitúa a dos figuras clave del modernismo. Ambos fueron testigos de dos guerras mundiales, de la pobreza y la miseria de la primera mitad del siglo XX. Los dos revelan su compasión por los marginados que viven en la necesidad y la miseria. Ambos sufrieron el acoso de los regímenes fascistas, bajo Francisco Franco y Adolf Hitler. Las obras de ambos artistas fueron condenadas al ostracismo por los nacionalsocialistas, que las tacharon de "degeneradas". Pero Picasso y Beckmann también fueron competidores en el mundo del arte.

Nazis

Max Beckmann, «Autorretrato como enfermero», 1915. © 2023 by Von der Heydt-Museum Wuppertal.Max Beckmann, «Autorretrato como enfermero», 1915. © 2023 by Von der Heydt-Museum Wuppertal.

El Museo Von der Heydt posee obras de ambos pintores, que expone ahora, complementadas por las del Museo Sprengel y diversas instituciones, como el Centro Pompidou de París, y coleccionistas privados. Al fin y al cabo, el Museo Von der Heydt puede presumir de ser el primer museo del mundo en poseer una obra de Picasso ya en 1911. Pero lo cierto es también que este cuadro, una donación, fue retirado de la colección por los nazis en 1937 por "degenerado" y subastado por divisas fuertes, y no ha vuelto al museo desde entonces. El primer cuadro de Beckmann, Autorretrato de un enfermero (1915) fue adquirido en 1925 por el entonces Barmer Kunstverein en 1925.

André Gomès, «Retrato de Pablo Picasso en su estudio de Notre-Dame-de-Vie, Mougins», 1965. © 2023 by RMN-Grand Palais/ Michèle Bellot & André Gomès & Succession Picasso.André Gomès, «Retrato de Pablo Picasso en su estudio de Notre-Dame-de-Vie, Mougins», 1965. © 2023 by RMN-Grand Palais/ Michèle Bellot & André Gomès & Succession Picasso.

La exposición revela paralelismos y contrastes: Beckmann experimenta el horror de la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918) como enfermero en los campos de batalla y se derrumba. Su obra experimenta una cesura. Para Picasso, el corte fue el abominable bombardeo de Guernica en la Guerra Civil española por la aviación alemana e italiana en 1937.

En 1937, Beckmann abandona Alemania y emigra a Ámsterdam después de que los nazis le expulsaran de la Städelschule de Fráncfort. La Partida de Beckmann colgó en Nueva York durante muchos años junto al famoso cuadro de Picasso Guernica, expresó en la conferencia de prensa previa a la inauguración de la muestra el destacado historiador del arte Dr Roland Mönig, director del Museo Von der Heydt.

Disolución de la figura

Max Beckmann (1884-1950), Stillleben mit Cello und Bassgeige, 1950. Óleo sobre lienzo, 91,8 x 139,6 cm. Hirshhorn Museum and Sculpture Garden, Smithsonian Institution, Washington, DC, Gift of the Joseph H. Hirshhorn Foundation, 1966.Max Beckmann (1884-1950), Stillleben mit Cello und Bassgeige, 1950. Óleo sobre lienzo, 91,8 x 139,6 cm. Hirshhorn Museum and Sculpture Garden, Smithsonian Institution, Washington, DC, Gift of the Joseph H. Hirshhorn Foundation, 1966.

Beckmann no pudo hacer mucho con el Cubismo, la disolución de lo figurativo, con el que Picasso se hizo inmortal; blasfemó del "tablero de ajedrez picassiano" y contrapuso su figuración. Pero si se mira con atención, también se pueden encontrar delicados préstamos de esta corriente artística (1907 - 1917) en la obra de Beckmann, señala con acierto el Dr Mönig en el catálogo de la exposición, publicado por la editorial Distanz, de Berlín.

Mientras que la obra de Picasso creció durante décadas después de la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945), impulsada por el poder creativo del español, Max Beckmann no lo hizo: moriría de un ataque al corazón en plena calle en Manhattan en 1950.

Si bien Picasso y Beckmann son figuras clave del modernismo, nunca hasta ahora había sido posible presentar sus obras en una misma exposición y comparar a grandes rasgos sus actitudes y puntos de vista artísticos. De ahí que el Museo Von der Heydt y el Museo Sprengel hayan decidido sumar fuerzas para hacer esto posible por primera vez.

Préstamos y diálogo

La institución de Wuppertal es socia oficial del proyecto internacional Celebration Picasso – 1973.2023 que conmemora el 50º aniversario del fallecimiento del genial artista malagueño. Para el proyecto conjunto, los dos museos se basan principalmente en sus propios y ricos fondos. De este modo, no solo muestran los puntos fuertes de sus colecciones, sino que también reflejan su historia.

En la exposición se exhiben unas 200 obras de Pablo Picasso y Max Beckmann, entre cuadros y obra gráfica, con valiosos préstamos del Centro Pompidou, el Museo Picasso de París, el Museo de Arte Moderno y el Museo de Bellas Artes de Berlín, del Kunstmuseum de Basilea, y de la Bayerische Staatsgemäldesammlungen de Múnich, así como de colecciones particulares.

El apasionante diálogo entre las obras revela qué movió a Picasso y a Beckmann como artistas, y cómo revolucionaron la historia de la pintura, en qué se parecían y en qué se diferenciaban. Llegaron a respuestas similares y contrapuestas a los grandes retos de su tiempo por caminos diferentes. Siempre les preocupó el Hombre y su relación con el mundo. Trataron exhaustivamente la tensa relación entre el hombre y la mujer, así como el poder del mito para dar peso y profundidad a sus afirmaciones. Así fue que crearon símbolos para las crisis y rupturas del siglo XX, que no han perdido nada de su impacto hasta nuestros días.

Visión del siglo XX

Pablo Picasso, «La familia de Arlequín», 1908. © 2023 by Succession Picasso / VG Bild-Kunst, Bonn.Pablo Picasso, «La familia de Arlequín», 1908. © 2023 by Succession Picasso / VG Bild-Kunst, Bonn.

Beckmann y Picasso vivieron en una época llena de acontecimientos, desde finales del siglo XIX, pasando por las dos guerras mundiales, hasta el periodo posterior a 1945, y siguen conformando nuestra visión de la primera mitad del siglo pasado. El título de la exposición: Hombre - Mito – Mundo, indica los principales asuntos de lo que se ocuparon los dos artistas. Para ellos el ser humano estaba siempre en el centro de su quehacer. Exploraron ampliamente su entorno y su medio de vida, y se valieron de las leyenda mitológicas para comprender su propio presente, así como para expresar sus propias experiencias. Nunca se encontraron personalmente, ni siquiera cuando Beckmann se quedó en París, pero ambos sabían del arte de uno y del otro. Sin proponérselo específicamente, hay sorprendentes similitudes entre sus trabajos, que a veces también se contradicen.

Gente de circo, pobres, marginados

En sus comienzos artísticos, Beckmann y Picasso estaban muy preocupados por la visión del ser humano. Les interesaban especialmente los que vivían al margen de la sociedad o estaban expuestos a situaciones difíciles. Las parejas y las familias también formaban parte de sus temas comunes.

Pablo Picasso, «Los pobres», 1903. © 2023 by Succession Picasso / VG Bild-Kunst, Bonn.Pablo Picasso, «Los pobres», 1903. © 2023 by Succession Picasso / VG Bild-Kunst, Bonn.

En los períodos azul y rosa de Picasso (1901 – 1906) hay numerosos cuadros de pobres, malabaristas y artistas circenses. Revelan su compasión por los marginados que vivían en la pobreza y la miseria. La gran simpatía de Picasso estaba dirigida hacia los artistas que veía durante sus visitas al circo de París. En ellos se reconocía él mismo como artista. Como él, vivían en condiciones de miseria, pero también estaban libres de ataduras sociales. Antes de la Primera Guerra Mundial, Beckmann creó, por un lado, temas de la vida moderna en la ciudad. Por otro, se dedicó a temas religiosos y literarios. Aunque su expresión es más punzante, estas obras siguen estando influidas por el estilo del Impresionismo. Beckmann observaba atentamente la sociedad. Sus retratos muestran a figuras excepcionales y a marginados, y abordan drásticas experiencias vitales.

Experimentación formal - Contemporaneidad crítica

Antes de la Primera Guerra Mundial, Picasso, junto con otros artistas como Georges Braque, desarrolló el estilo del Cubismo y cambió así fundamentalmente la forma de ver y entender el mundo. El Cubismo se basa en descomponer el motivo en formas y planos geométricos que se superponen y se entrecruzan. La realidad ya no se representa como aparece a los ojos. En su lugar, se crea una realidad artística propia.

A partir de 1914, Beckmann también se inspiró en el cubismo y sus nuevas posibilidades formales. Sin embargo, a diferencia de Picasso, no estaba interesado principalmente en la experimentación artística. Buscaba formas de expresar sus terribles experiencias durante la Primera Guerra Mundial. Sus autorretratos fueron especialmente importantes: en ellos se sometió repetidamente a sí mismo y a sus sentimientos a un examen crítico.

Tras la Primera Guerra Mundial, la sociedad y la vida cotidiana cambiaron profundamente. Beckmann lo mostró en cuadros llenos de tensión y violencia. Picasso, en cambio, no parece haberse visto afectado artísticamente por la guerra y sus consecuencias. Volvió a las representaciones realistas y se inspiró en el arte de la antigüedad en sus cuadros de personas.

Arena de la vida - Mundo del arte

En la década de 1920, Picasso y Beckmann empezaron a representar juegos de rol y disfraces en su arte. Beckmann aparecía, por ejemplo, como un payaso triste ("Pierrot ") o como un pregonero de feria. Con el motivo de las máscaras, insinuaba los insolubles enigmas y contradicciones de la vida. Para él, la feria era representativa de la vida y la sociedad. Para Picasso, la corrida de toros personificaba el drama de la vida.

El ruedo proporcionaba el marco en el que el destino sigue su curso. Ambos artistas trataron en sus obras el tema de la mujer y sus relaciones con sus parejas. El gran tema clásico de "pintor y modelo" también tiene un lado erótico. Esto es particularmente evidente en las pinturas de Picasso para el relato Le chef-d'œuvre inconnu (La obra maestra desconocida) de Honoré de Balzac. Las representaciones tratan tanto de la relación entre el hombre y la mujer como de la lucha en pos de la perfección artística.

El cuadro como escenario

Max Beckmann, «Bad en agosto», 1937. © 2023 by Sprengel Museum Hannover.Max Beckmann, «Bad en agosto», 1937. © 2023 by Sprengel Museum Hannover.

Formalmente, Picasso y Beckmann probablemente nunca estuvieron más cerca el uno del otro que en el decenio de 1920. En ambos casos, el cuadro se convierte en una especie de escenario sobre el que se mueven cuerpos humanos compactos, a veces macizos. Los desnudos en particular parecen casi como esculturas antiguas. Picasso y Beckmann se inscribían así en una corriente paneuropea de la pintura que, tras la Primera Guerra Mundial, parecía indicar una vuelta al orden y la claridad con un lenguaje formal más sosegado y objetivo.

Sin embargo, el mundo que muestran Picasso y Beckmann no está en absoluto intacto. Figuras que son completamente ellas mismas -desnudos o semidesnudos junto al mar y en el estudio, sentados, reclinados, hombres y mujeres reflexivos- se yuxtaponen a escenificaciones ambiguas y dramáticas.

Max Beckmann, «Los trapecistas», 1928. © 2023 by Von der Heydt-Museum Wuppertal.Max Beckmann, «Los trapecistas», 1928. © 2023 by Von der Heydt-Museum Wuppertal.

Una y otra vez, se trata de la relación entre los sexos. En el cuadro de Beckmann Luftakrobaten (Acróbatas aéreos) el hombre y la mujer están conectados de una forma tan misteriosa como siniestra. Y en la obra de Picasso se repiten las representaciones de violencia sexual. La mujer se convierte en la víctima indefensa del hombre, por ejemplo en la obra gráfica Le viol (La violación).

Cosa y mundo

En las naturalezas muertas, Beckmann y Picasso no solo esbozaron su relación con el mundo. También ensayaron con su ayuda nuevas estrategias artísticas. Por ejemplo, el bodegón tuvo una importancia decisiva para Picasso a la hora de desarrollar el lenguaje formal del estilo cubista. Los cuadros de las décadas de 1910 y 1920 dan fe de ello. Utilizando los motivos de la mesa, la vasija y la guitarra, Picasso examinó las condiciones y posibilidades de su propia pintura. Exploró las relaciones entre línea, color y superficie. También abordó la cuestión artística fundamental de cómo las cosas pueden transformarse en cuadros.

Beckmann parece haberse propuesto cumplir este programa en el género de la naturaleza muerta: pintar cuadros de una "vida en sí misma", "sin pensamientos ni ideas". Sin embargo, el cuadro Naturaleza muerta con botella de licor inclinada y Buda (1939) ofrece muchas pistas contextuales: Un periódico hace referencia a la ciudad de París, que Beckmann esperaba conquistar como artista. Y una cabeza de Buda remite a las enseñanzas de la sabiduría asiática que tanto le preocupaban.

Rostros, sueños, mentiras

En 1934, Picasso y Beckmann abordaron el tema del Hombre que ha perdido el norte. En el fondo, no solo se cuestionaban su propia imagen como seres humanos y artistas, sino también el sentimiento de inseguridad ante la amenazadora situación política en Europa. Picasso utilizó la figura mítica griega del Minotauro: una criatura híbrida con cabeza de toro y cuerpo humano.

En 1936, el general Francisco Franco tomó el poder en España con la ayuda de los militares. A continuación estalló la Guerra civil. El 26 de abril de 1937, aviones alemanes (Legíón Cóndor) e italianos (Aviación Legionaria) bombardean la ciudad de Guernica, en el norte de España, y la destruyen. Profundamente conmocionado, Picasso creó al mismo tiempo que su famoso cuadro Guernica, la serie gráfica Sueño y mentira de Franco. En ella, retrataba a Franco como un monstruo (como lo que era, al igual que los engendros de sus seguidores hasta hoy) que trae sufrimiento y desesperación al pueblo.

Mientras París estaba ocupada por las tropas alemanas, Picasso trabajó en 1942/43 en su escultura L'homme au mouton (Hombre con oveja). El motivo ya aparecía en el arte de la Antigüedad y se utilizó en el cristianismo con la figura del Buen Pastor. A partir de ahí, la figura de Picasso encarnaba la esperanza de un nuevo comienzo.

Beckmann se vio obligado a abandonar Alemania durante el nacionalsocialismo y vivió la mayor parte del tiempo en Amsterdam. En la representación de la serie Day and Dream (1946), resumió su visión del mundo. Estaba moldeada por la experiencia de la guerra, pero también por la convicción de que hay otra realidad detrás de lo que vemos.

Enigma de la realidad, verdad del mito

Las crisis del siglo XX, especialmente el nacionalsocialismo, el fascismo y la Segunda Guerra Mundial, han dejado claras huellas en las obras y biografías de Picasso y Beckmann. En 1937 Beckmann huyó de la Alemania nacionalsocialista a los Países Bajos. Allí vivió la ocupación, los bombardeos y la liberación. Picasso se vio profundamente afectado por la guerra civil en su España natal. De 1940 a 1944 tuvo que vivir en París bajo la ocupación alemana.

Ambos artistas respondieron al horror y los enigmas de la realidad con pinturas que invocan experiencias humanas primordiales y leyendas antiguas. Encontraron la verdad y la orientación en el mito y la leyenda. Picasso plasmó las penurias de la guerra en sombrías naturalezas muertas. Al mismo tiempo, Beckmann se inspiró en la figura mítica griega de Prometeo, cuyo hígado es repetidamente troceado por un pájaro. En 1944 pintó la obra Ciudad de latón, basada en un cuento de Las 1001 noches. Con ella creó una imagen intemporal de la amenaza en el momento de mayor cercanía interpersonal.

Pablo PIcasso, «El rapto de las Sabinas», 1962. © 2023 by Succession Picasso / VG Bild-Kunst, Bonn .Pablo PIcasso, «El rapto de las Sabinas», 1962. © 2023 by Succession Picasso / VG Bild-Kunst, Bonn .

L'enlèvement des Sabines (El Rapto de las Sabinas) de Picasso puede considerarse su contrapartida. Pintó el cuadro con motivo de la crisis de los misiles en Cuba. Muestra el mito del robo de mujeres en la antigua Roma como una masacre despiadada.

Imágenes de mujeres - Ficciones de la feminidad

Como artistas, Beckmann y Picasso se preocuparon durante toda su vida por la imagen del Hombre. La representación de la mujer y el examen de la relación entre los sexos fueron de especial importancia. A pesar de algunas similitudes formales, tenían visiones diferentes de la feminidad.

Max Beckmann: Doble retrato de Max Beckmann und Minna Beckmann-Tube, 1909,. © 2018 by Nikolaus Brade / VG Bild‑Kunst, Bonn.Max Beckmann: Doble retrato de Max Beckmann und Minna Beckmann-Tube, 1909,. © 2018 by Nikolaus Brade / VG Bild‑Kunst, Bonn.

Beckmann veía a la mujer como la antítesis del hombre: en paz consigo misma y segura de sí misma. Especialmente su segunda esposa, Mathilde von Kaulbach (llamada "Quappi") irradia gran calma y fuerza en los retratos que le hizo. Por el contrario, se perciben tensiones internas en los autorretratos de Beckmann y también en otras figuras masculinas de sus cuadros.

Picasso veía a la mujer sobre todo como un motivo que le daba pie a la experimentación formal: desde el cubismo hasta la pintura desenfrenada de su obra tardía. Especialmente sus variaciones sobre clásicos de la historia del arte como el Le déjeneur sur l'herbe (Desayuno sobre la hierba) del artista francés Édouard Manet demuestran que no le preocupaba una comprensión empática de la feminidad. Su interés radicaba en materializar una determinada concepción artística.

Max Beckmann y el Museo Von der Heydt

La colección del museo contiene nueve pinturas y 110 obras sobre papel de Max Beckmann, que muestran toda su evolución artística. Los primeros grabados se adquirieron entre 1921 y 1922. En 1925, el Barmer Kunstverein (Barmen, un distrito de la hoy Wuppertal, que no existía entonces) compró el cuadro Selbstbildnis als Krankenpfleger (Autorretrato de enfermero) del año 1915.

Ya en 1914, Beckmann se mostró por primera vez en el Städtisches Museum Elberfeld (Elberfeld es hoy otro barrio de Wuppertal, que no existía todavía como ciudad) en una exposición colectiva con Emil Nolde y Max Pechstein. Su primera exposición individual en Wuppertal tuvo lugar en 1956.

Bajo el nacionalsocialismo

Durante el periodo del nacionalsocialismo (1933-1945) también se produjeron grandes cambios para Max Beckmann. Durante la República de Weimar (1919-1933), Beckmann fue uno de los artistas más conocidos de su época y, a partir de 1925, profesor de la Städelschule de Fráncfort del Meno. En 1932, la Galería Nacional de Berlín le dedicó una sala entera del antiguo Kronprinzenpalais.

Después de que los nacionalsocialistas tomaran el control en 1933, esta sala fue disuelta y Beckmann fue despedido de la Städelschule. Su arte fue difamado por los nazis como "degenerado". Bajo el nacionalsocialismo, se utilizaba la expresión "arte degenerado" para devaluar y condenar el arte moderno.

En total, más de 650 de sus obras fueron confiscadas de los museos alemanes. Los tres cuadros que Eduard von der Heydt había cedido de su colección para la Sala Beckmann del Kronprinzenpalais se encuentran hoy en el Museo Von der Heydt.

Después de 1945

Max Beckmann, «Mujer hindú», 1943. © 2023 by Sprengel Museum Hannover.Max Beckmann, «Mujer hindú», 1943. © 2023 by Sprengel Museum Hannover.

Cuando Beckmann viajó a EE.UU. en 1947, ya era muy conocido allí. El Art Institute de Chicago ya le había ofrecido un puesto de profesor en 1940. En 1947 Beckmann se hace cargo de una clase en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Washington de St. Louis. En 1949 se convierte en profesor de la Escuela de Arte del Museo de Brooklyn. En el arte de la República Democrática Alemana (RDA), muchos artistas encontraron inspiración en la obra de Beckmann en el contexto del estilo del Realismo Socialista, por ejemplo Bernhard Heisig.

Pablo Picasso y el Museo von der Heydt

La colección del museo contiene cinco pinturas y 65 obras sobre papel de Pablo Picasso de todas las fases de su carrera. En 1911, el Museo Municipal de Elberfeld se convirtió en el primer museo público del mundo en adquirir un cuadro de Pablo Picasso: Acróbata y joven arlequín. El cuadro fue confiscado por los nacionalsocialistas en 1937 y vendido en subasta en 1939 por la Galería Fischer de Lucerna. Hoy es de propiedad privada.

Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el actual Museo Von der Heydt volvió a desempeñar un papel importante en la percepción pública del arte de Picasso en Alemania. En 1949, el museo de Wuppertal participó en una gran exposición que se mostró en siete ciudades alemanas. En ella se presentaba la obra de Picasso al público alemán por primera vez desde 1932.

Bajo el nacionalsocialismo el arte de Picasso cayó bajo la difamatoria categoría de "degenerado" no solo en Alemania, sino también en los países ocupados por las tropas alemanas. A partir de 1940, sus obras no pudieron exponerse en Francia.

Posguerra

Tras la Segunda Guerra Mundial, Picasso se convirtió en una leyenda viva. En la República Federal de Alemania (RFA) y en la República Democrática Alemana (RDA) su obra se valoraba de forma diferente. En la RDA Picasso, que se había afiliado al Partido Comunista Francés (PCF) en 1944, era considerado sobre todo un artista político. Sus experimentos formales fueron criticados. En la República Federal de Alemania, en cambio, se le celebraba como el artista del siglo, pero se ignoraban sus convicciones políticas. No fue hasta la déca de 1970 cuando la Nueva Izquierda occidental descubrió al Picasso político del Este. En 1971, cuando Picasso cumplió 90 años, el Museo del Louvre le dedicó una exposición en la Grande Galerie. Picasso fue el primer artista vivo en recibir este honor.

El renombrado historiador del arte Dr Roland Mönig, director del Museo Von der Heydt, resume muy bien este encuentro en la cumbre de los dos artistas en el amplio ensayo con el que contribuyó al catálogo de la exposición:

Las posibles relaciones e interacciones entre Max Beckmann y Pablo Picasso, tal como se insinúan en los diálogos de sus obras en nuestra exposición, pueden sin duda clasificarse y evaluarse de las formas más diversas. El resultado de las yuxtaposiciones ejemplares de las que he hablado en este ensayo puede resumirse probablemente mejor con la aperçus de Georges Braque, dirigida en realidad a la comparación de las obras de Jean-Baptiste Camille Corot y Paul-Désiré Trouillebert, dos pintores del siglo XIX: Lo común es verdadero, lo semejante es falso.
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