La Jerusalem Symphony Orchestra (Orquesta Sinfónica de Jerusalén) bajo la égida de Julian Rachlin concibieron el exquisito programa de esta tarde, en el auditorio del Palacio de los Festivales de Viersen, a partir de la interpretación del Concierto para violín y orquesta en mi menor op 64 de Felix Mendelssohn en un diálogo sin academicismos ni uniformizaciones.
La lectura de Rachlin con su Stradivarius (ex Liebig) de 1704 aúna refinamiento y naturalidad gestual en los rasgos originales de una composición a la que no le faltan alardes demostrativos. Mendelssohn la perfeccionó a lo largo de varios años, de 1838 a 1844, empezando por los que caracterizan el Allegro molto appassionato, que presenta una breve introducción orquestal en lugar de una vasta apertura ante el solista, seguida de una riqueza temática asombrosa. Por no hablar del…
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