Although Sir David McVicar’s staging provided the evening with a concentrated vision of the drama, and Sir Simon Rattle’s musical direction was unfailingly genial, the production succeeded primarily on the strength of the principal singers, whose delight in the music remained palpable throughout the evening
Tocado por una orquesta de cuerdas la experiencia auditiva de "Souvenir de Florence" se intensifica aún más, como ha demostrado la Deutsche Kammerakademie Neuss am Rhein, dirigida con gran entrega por Isabelle van Keulen.
El motivo del sonambulismo tiene un poder utópico aquí, entre las más bellas coloraturas y melodías cadenciosas.El foco no está en lo resbaladizo de una sociedad que eleva su moral sexual, sino en un escapismo que deja dolorosamente claro el anhelo de libertad y partida.
Lo que en la película de von Trier se prolonga durante tres agobiantes horas se condensa aquí en 100 minutos de estudio social.La integración de los extraños, al principio vacilante y luego abierta, se convierte -prácticamente en mitad de la curva dramática- en odio abierto, violencia y abuso sexual.
Jonathan Fournel es un joven poeta soberano del piano y formidable técnico del teclado, con una reserva de potencia que puede rozar la ferocidad en los fortissimos, sumada a un generoso uso del pedal, al arte de dosificar ritmos y colores, así como al dominio del rubato, y a la preocupación por la claridad de las líneas, incluso en los pasajes más bulliciosos.
"Acusado – Tres interrogatorios" de Magnus Lindberg es un tríptico melodramático para soprano coloratura y orquesta que cita tres protocolos de interrogatorio de tres siglos, exponiendo la arbitrariedad prejuiciosa y terrorífica de los investigadores policiales y/o de los servicios secretos.
Andreas Ottensamer, clarinetista solista principal de la orquesta Berliner Philharmoniker, se desenvuelve como director con una técnica suave y precisa que acaricia y engatusa.
Without sacrificing the mythological framework or the essential structure of the drama, Mr Castellucci transposed the opera to a world entirely of his own making: a snowbound landscape, flat and largely featureless save for a few rocks, some distant evergreens shrouded in fog, and a single spindly tree.
Lamentablemente la régie está despiadadamente exenta de toda ironía.No aprovecha el humor negro que prodigara el propio Giuseppe Verdi, verbigracia cuando Sparafucile insiste en la respetabilidad de su profesión de asesino a sueldo.
In prefacing the Ligeti's Requiem with works of absurd humour and pastoral grace, the concert had been able to capture some of the contradictions of a century formed from equal parts greatness and horror, and one in which unpredictability was the only constant