El trabajo de Francisco López es puro teatro.La concisión de la trama reducida a sus elementos esenciales -y, por ende, universales- proporciona una claridad a la historia al mismo tiempo que una condensación dramática impresionante.
Alfonso Romero entiende el personaje de Manon como icono de ansia de libertad femenina, como mujer adelantada a su tiempo, pero con ese desorden de muebles, de vestuario y de general anacronismo, el interés de la propuesta se va reduciendo a medida que va avanzando las casi tres horas de función y el espectador se va saturando visualmente con dicha monotonía conceptual.
La lectura de Halffter, más detallista que teatral, encontró su más lustroso momento en el tercer acto, con cada una de las intervenciones solistas bien contrastadas según su carga dramática.De la Sinfónica de Sevilla consiguió sacar, como de costumbre, y exceptuando algún desajuste con las cuerdas al inicio del segundo acto, un espléndido sonido.
Granados asistió al estreno de "Miel de la Alcarria" de José Feliú y Codina en enero de 1895.Dos meses después, se estrenó en el Teatro de la Zarzuela la ópera "La Dolores" de Feliú y Tomás Bretón.A partir de estos acontecimientos y teniendo por común denominador al mismo dramaturgo, se desenvolverían las dos primeras obras para escena compuestas por Granados: "Miel de la Alcarria" como música incidental y "María del Carmen" como ópera.
La relación entre la élite cubana en Barcelona parece estar mediada por Eduardo Conde Giménez (1838-1914), el empresario madrileño mecenas del compositor Enrique Granados, quien, habiendo vivido muchos años en la isla, al establecerse en Barcelona solía ejercer de mecenas de indianos, favoreciendo especialmente los intereses de los cubanos.
Albéniz emuló a Liszt tocando el piano de espaldas al teclado y con los ojos vendados en esas jam sessions que se marcaba improvisadamente en la época en la que para sobrevivir, probablemente, descargaba equipajes en los muelles de Nueva York (Jesús Ruiz Mantilla)
Algunas veces resulta muy grato comprobar cómo, con no muchos medios pero con las ideas muy claras y sobre todo una gran capacidad organizativa y de gestión no exenta de sentido común, se pueden obtener resultados más que aceptables en el mundo de la lírica.
El epistolario entre Laura Albéniz y Enrique Granados consta de catorce cartas fechadas entre septiembre de 1908 y diciembre de 1914, las trece escritas por Granados están conservadas en la Biblioteca de Cataluña y la escrita por Laura se conserva en el Museu de la Música de Barcelona.
La Temporada Lírica 2017-18 del Teatro Cervantes de Málaga ofrecerá tres grandes títulos del repertorio, Turandot, Così fan tutte y Rigoletto, y contará además con el atractivo de un recital de Gregory Kunde, uno de los tenores más prestigiosos del panorama operístico contemporáneo.