David McVicar, quien ya ofreció su propuesta de 'Gloriana' de Britten en este mismo coliseo, vuelve a plasmar en escena toda la imaginería asociada a la reina Isabel en un montaje que se erige con poderosa fuerza visual y escénica por medio del vestuario de época, de una asombrosa fidelidad a los retratos pictóricos, y cuidadísimo estéticamente
Donizetti hace que el personaje resulte muy moderno, y Puértolas ahonda en ese punto reivindicativo, que tiene que ver con la rabia hacia la injusticia y hacia la indefensión.No escondió ni un gramo de voz en toda la representación, y la cabaletta final fue una auténtica brutalidad.
Hay en 'L'esule di Roma' momentos del mejor Donizetti y líneas melódicas que comienzan como puro Donizetti para terminar como escuela rossiniana, y viceversa.
Las voces aterciopeladas y en tonalidades turquesa de Adriana González y Marina Viotti parecen muy adecuadas para el colorido toque de esta música, ampliamente meridional e inundada de luz, cuya picardía culmina en su amor a la vida.
Radvanovsky, cuyas poses en el escenario demuestran auténtico orgullo y dignidad regias, suscribe que a día de hoy es la reina indiscutible de “trilogía Tudor” de Donizetti.
In Federica Lombardi the new production at the Deutsche Oper had exactly the voice it needed to transform the evening into an event, and the strong support of Vasilisa Berzhanskaya and René Barbera allowed scene after scene to sparkle on vocal majesty alone.
La figura de la noche fue la Leonora de Anna Netrebko.Desde su entrada queda claro su nivel superlativo, su calidad de intérprete y su consumada teatralidad presente hasta en una versión semi-montada.
Es casi seguro que Damrau ya no posee sus famosos sobreagudos, pero para lo que hizo no los necesitó ni poco ni mucho.Su timbre sonó con más cuerpo, más ‘lírico’ y personalmente me sobran los dedos de una mano para recordar uno tan bello en la cantilena de Anna Bolena o en la ‘Casta diva’.
Considerando las tendencias actuales de presentar las óperas en la luna, en una modernidad vaga, o plagadas de nazis, prostitutas, bajos fondos o militares corruptos sin ninguna causa que lo justifique, esta versión visual permitió la adecuada concentración en la música y el canto pero sin la fatiga que podría suceder en una versión de concierto de una obra de por sí extensa.