Puro teatro musical dentro del teatro musical (bueno, más bien de un tocador) el conseguido en este 'Cállate corazón', un vodevil o juguete escénico delicioso que quiere apelar a la emoción, cuyo fin último es hacernos rememorar los tesoros musicales de nuestro teatro lírico.
Todo fue como una seda: Martín-Etxebarría no sólo supo mimar a sus cantantes -siguió su respiración y nunca les tapó- con un tejido orquestal cálido y empastado, sino que trabajó las oberturas a fondo
Firmada al alimón por Christian Hecq y Valérie Lesort, la puesta en escena tiene mucha intervención de marionetas.Pero para producir emociones con ellas se ha de ser inteligente.Y venir a propósito.Las marionetas de Lesort no cumplen ni con una ni con otra condición
Si la elegancia y las hechuras con que reviste Lola Casariego a su Pepa o su Mari Pepa son ya de por sí una garantía de verosimilitud, su Manuela es quizá hoy por hoy su mejor y mayor composición teatral, tal es la elegancia y la distinción con que dota al personaje.
Desde el punto de vista del equilibrio de los factores musical y escénica seguramente este 'L’equivoco stravagante' es el espectáculo más redondo de los de este año
Las abundantísimas propinas de Yuja Wang, hasta casi duplicar la duración del concierto, acercaron su recital al de una diva de ópera, que siempre se 'debe a su público'