Con la publicación de sonatas D 664, D 784, D 840, D 845 y D 850, se culmina la edición Bärenreiter Urtext de tres volúmenes de las sonatas para piano de Schubert en formato de estudio.
El compositor Jörg Widmann destacó en su discurso laudatorio la "singular carrera" de Mutter;su compromiso con la música contemporánea es "desde hace mucho tiempo una leyenda, pero en modo alguno una obviedad", subrayó.
El humus teórico subyacente es quizá el principal valor de esta grabación.Levin utiliza ediciones recientes, principalmente la preparada por Richard Douglas Jones para Bärenreiter (2008) así como los manuscritos copiados a partir de esta fuente casi simultáneamente a su edición que a menudo incorporan elementos interpretativos -añadidos, ornamentaciones- que pueden considerarse 'cercanos al entorno de Bach' (algunos quizá sean del propio Bach).
Las lecturas del Dúo Yaara Tal & Andreas Groethuysen no son solo un ejemplo de lucidez interpretativa, un modelo de expresividad, una indicación del procedimiento correcto de ejecución, sino mucho más.
No creo que sea necesario justificar la rica tradición de la interpretación de Bach al piano, que está unida al propio desarrollo del piano como instrumento
La primera parada del viaje fue Nueva York, con la Rhapsody in blue de Gershwin y Ciro Fodere, pianista de la orquesta, como solista.La obra sonó fresca, con una sección de viento en estado de gracia y con un gran trabajo por parte del director para controlar los tempi y evitar desajustes.
El modelo proviene de Gioacchino Rossini.Pero las Variaciones no siempre suenan como el italiano, aunque de vez en cuando den con él.Martinů podría haber enfatizado aún más esto para dejar clara la distancia con Rossini, mas Julian Steckel y William You no dejan que el asunto se les escape de las manos.
El "Noneto" de Bertini es una magnífica y bella composición en la que cada instrumento participa en el efecto general según su importancia y la riqueza de sus medios, sin que ninguno de ellos intente hacerse notar por sí solo (…) contiene, entre otras cosas, un Adagio titulado 'La Mélancolie' que es de tal grandeza y al mismo tiempo de tan sombría majestuosidad que el sentimiento de melancolía que uno espera es superado con creces por los excelentes pensamientos, cuya feliz realización es infinitamente rara en la música.
Cuando era joven, era estrecho de miras e impaciente.En aquella época, intentaba ser exacto en todos los detalles al tocar las obras de Beethoven, ya que era una persona muy académica (...) Pero después de 30 años de tocar a Beethoven, el crítico Joachim Kaiser me dijo: 'ahora estás preparado para hacer algunas variaciones musicales y ser libre', y así fue.