Ivor Bolton se encontraba en su salsa.Una vez más se mostró como un excelente concertador y disfrutó a ojos vista (y nos hizo disfrutar) con una dirección ágil, direccional, sabia, y rebosante de pequeños y deliciosos detalles de distinción.
Se ilumina la escena, la Regenta semidesnuda está tirada en el suelo, el Sapo le lame la pierna y le da un beso.Y luego no pasa nada hasta que noventa minutos después se repite lo mismo.
El destrozo es de tal magnitud que, pese a ser Così fan tutte una de mis óperas preferidas, hubiera preferido no ver ni escuchar lo que vi y escuché en el Théâtre de l'Archevêché.
Tendemos a hacer una clasificación de todo, y a englobar a las mujeres artistas en una sola categoría, como si todas hubiesen hubiesen hecho lo mismo.Como si no sucediese como con sus colegas masculinos, que unos nos gustan más que otros y tal nos parece más digno que cual de pasar a la historia.
Dos mitos, uno griego (Medea según la tragedia de Eurípides) y otro medieval (Orlando furioso según el poema de Ariosto) presiden temáticamente la 2023-2024 del recinto madrileño.
No hay porqué dar el premio Birgit Nilsson a un artista de ópera.Basta con que el premiado exhiba cualidades estrictamente enumeradas como necesarias para definir un quehacer musical destacado, con un estilo interpretativo reconocible como excepcional.
El compositor George Benjamin ha recibido el Grand Prix de la Fundación Simone y Cino del Duca – Institut de France, dotado con 100.000€, al conjunto de su carrera.
La ópera volvió a Tarragona.Se anunció mal y tarde, por lo que no ha de extrañar que el teatro presentara solo media entrada.La ópera no constaba en la programación de los teatros de Tarragona.¿Ineptitud?
No parece descabellado imaginar, no sólo el consentimiento por parte de Albéniz hacia las transcripciones para guitarra de su música, sino un grado de asentimiento positivo, incluida la especialidad de cuerda plectrada
Raymond Leppard incluye en su libro "Authenticity in Music" (1988), un breve manifiesto en el que se despacha a gusto contra los historicistas «bien informados».Según Nicholas Kenyon, «Leppard era de los que creía que necesitamos la recuperación de las cuerdas de época tan poco como necesitamos recuperar la odontología de época.»