Adentrarse en Artifact II, de William Forsythe, es como ingresar en un ballet de cuento de hadas;uno poblado de personajes misteriosos, texto enigmático, danza clásica de gran belleza y una panoplia de recursos teatrales, como un telón que cae repetidamente durante un doble pas de deux con la Chacona en re menor de Johann Sebastian Bach.
El poder y la ambición de coleccionar tretas innovadores existen en todas partes, dentro y fuera de las nobles salas de ballet, como muy bien lo sabe Demis Volpi por vivencias propias.El final de su ballet es sorprendente y cinematográfico, todo un acierto y deja boquiabiertos a los espectadores.
La pequeña cerillera es una historia muy dura, sumamente triste, como casi todas las de Andersen, marcado psíquicamente por la miseria en su propia infancia.La bailarina Rose Nougué-Cazenave encarna maraviollosamente a la desvalida niña que morirá de frío en la calle durante aquella gélida noche de Año Nuevo, después de tratar en vano de vender cerillas a los que pasaban por el lugar.
La espantosa banalidad de la vida cotidiana, la brutalidad del bostezo del aburrimiento y la intercambiabilidad de patrones de comportamiento recurrentes fascinaban a los creadores del teatro del absurdo, sobre todo a Eugène Ionesco, quien apelaba a todos los medios tradicionales para despojar al lenguaje de su propósito original, reduciéndolo a un medio de comunicación carente de significado.
Cuando se habla de danza, siempre se está hablando de cuerpos.Ser bailarina o bailarín, ser un ser humano y ser un cuerpo en movimiento - no es tan fácil separarlos.¿Qué es el ser humano?¿Dónde comienza uno y dónde termina el otro?
Schläpfer rinde un homenaje a su compañía con Cellokonzert una melancólica síntesis de la era que está a punto de terminar, evolucionando entre el amor, la muerte, la guerra y la paz.
Las bailarinas no visten tutús, sino ropa de calle y de fiesta adaptada para la danza ni calzan zapatillas de punta.Schläpfer, además, no une a Odette y Odile en una misma persona.La primera recobra su propio sitial con su séquito, en una muy acertada decisión de Schläpfer, quien subraya así la naturalidad y vulnerabilidad de sus personajes.
La música del 'Grup dels Joves'.Marta Estal Vera, soprano.Orquesta Filharmònica de la Universitat de València.Hilari García Gázquez, director.Manuel Palau Boix, Música per a una pel.lícula documental valenciana (1936).
Para Riepe coreografiar no es solo inventar pasos y movimientos en el tiempo y el espacio.En su búsqueda para llegar a todos los niveles (conscientes e inconscientes) de quienes intervienen en sus obras y para causarles emoción, coreografía asimismo la escenografía, la iluminación, el vestuario, el sonido, las atmósferas y todo lo que un bailarín siente como artista y ser humano.