El director de orquesta José Miguel Pérez-Sierra asumirá su cargo en el Teatro de la Zarzuela a partir de septiembre, arrancando una temporada en la que también dirigirá en A Coruña, Oviedo, Massy, Tenerife, Málaga, Teatro Real de Madrid, Novara, Metz y Cracovia.
Solo la ignorancia más supina se permite afirmar que Meyerbeer se limitó a imitar las fórmulas del gran huracán que arrasaba en los escenarios italianos, Rossini.El alemán, aun asimilando perfectamente los procedimientos del belcanto imperante en el momento, demostró tener una voz propia desde el inicio, y así lo reconocieron el público y la crítica contemporáneos.
La excelencia vocal es tanta que uno corre el riesgo de olvidarse de la orquesta y el director.I Virtuosi Italiani están excelentes, en la línea del planteamiento de I Solisti Veneti con Claudio Scimone, solo que Corrado Rovaris tiene mayor nervio teatral y se deja llevar por el frenesí que los solistas imprimen a los números.
Bad Wildbad se ha consolidado como el hermano “menor” del Festival Rossini de Pésaro, ofreciendo cada año títulos rossinianos junto a recuperaciones contemporáneas (la última publicada ha sido 'Tebaldo e Isolina' de Francesco Morlacchi), con repartos jóvenes que han incluido estrellas entonces en ciernes como Jessica Pratt y Michael Spyres, puntualmente grabadas por Naxos.
Como ocurre con otros compositores de segunda fila que no fueron genios pero gozaron de la estima del público y el reconocimiento de la crítica, la música de Morlacchi revela un grandísimo oficio y aunque logra insuflar dramatismo a algunas escenas, la escasa imaginación para las cabalettas priva del necesario contraste con las arias.
Stefano Mazzonis de Pralafera traslada la época de la acción de manera imprecisa, aunque aquí utiliza el pretexto cómico de la obra para poner en pie una propuesta visual con elementos dispares que parecen un cruce entre Hotel Budapest de Wes Anderson y el mundo de fantasía de Tim Burton, en especial su Alicia en el País de las Maravillas.
La distribución vocal de la ópera de Vaccaj recuerda al Tancredi de Rossini, con una mezzo en travesti como protagonista (Tancredi / Romeo), correspondida por la soprano (Amenaide / Giulietta) y un padre tenor (Argirio / Capellio).
Gioachino Rossini: Demetrio e Polibio, drama serio para música en dos actos sobre libreto de Vincenzina y Viganò Mombelli.Sofia Mchedlishvili (Lisinga), Victoria Yarovaya (Siveno), César Arrieta (Eumene), Luca Dall’Amico (Polibio).
Como viene ocurriendo desde hace más de una década, el Teatro de la Maestranza ha vuelto a programar música del ilustre y polifacético belcantista Manuel García