Josep Colom ya no tiene necesidad de demostrar nada y ofreció un recital muy personal combinando repertorio pianístico e improvisaciones, acaso no muy atractivas pero que le dan un aire especial al concierto, algo muy conveniente toda vez que el repertorio interpretado es bastante manido y existen buenas o excelente grabaciones de todo lo que toca.
No creo que sea necesario justificar la rica tradición de la interpretación de Bach al piano, que está unida al propio desarrollo del piano como instrumento