Alemania
20 Years. Best of Naturally 7
Juan Carlos Tellechea
Llamar simplemente grupo a capella a Naturally 7 es quedarse muy corto. Sus siete integrantes, cuatro tenores, dos barítonos y un bajo, interpretan canciones con trompetas, trombones, guitarras eléctricas, violonchelo, armónica, sintetizador, una batería completa y mucho más, utilizando solamente sus voces. El extraordinario espectáculo de más de dos horas de duración, organizado esta tarde por Heinersdorff Konzerte – Klassik für Düsseldorf, es como si fuera una sorprendente ilusión óptica, solo que auditiva.
Cuatro veces se levantó espontáneamente el público de sus butacas para aclamarlos y vivarlos hasta el paroxismo. Dos veces salieron y volvieron al escenario para dejar otros tantos bises. Los espectadores no querían abandonar la sala. Y tuvieron que seguir con su “vocal play“, como ellos mismos denominan este género musical, hasta quedar visiblemente fatigados, pero muy contentos por la respuesta y la participación del público.
Si tiene oportunidad de acudir a un concierto de esta “banda musical sin banda“, como también la llaman, no deje de hacerlo; presenciará un recital como nunca antes; es una experiencia única. Conjuntos y coros a capella abundan en el mundo, pero como éste ninguno. No solo imitan instrumentos con sus voces, sino que han desarrollado su propia dramaturgia y coreografía.
Es tal la consagración con la que entregan su arte que poco importa qué temas interpretan. Ellos mismos son la obra musical por excelencia, con sus propios arreglos, transcripciones y composiciones y una energía desbordante. Le dan la vuelta a títulos que hicieran célebres Tom Petty, Sting, Simon & Garfunkel, Sir Paul McCartney, Sir Hubert Parry, Eminem, Roberta Flack o Joni Mitchell, entre muchos otros, los vuelven a endulzar con una preciosa capa azucarada y los hacen suyos.
Para conocer los orígenes del grupo (predominantemente de raíces jamaicanas y guayanesas) hay que remontarse a 1999 en Nueva York, cuando Roger Thomas lo fundó con su hermano, Warren, y otros cinco cantantes de talento que habían conocido a lo largo de años deambulando musicalmente por la ciudad.
Mas la prehistoria del conjunto comienza mucho antes y en la intimidad del hogar, cuando la madre de los hermanos Thomas le prohibió a Warren, el menor de ellos, tocar la batería en casa, porque haría mucho ruido y molestaría al vecindario. No recibir de regalo el instrumento con el que tanto soñaba fue una gran frustración para el chico.
Sin embargo, con su inventiva Warren logró hacer realidad ese anhelo, imitando vocalmente sus sonidos, una popular técnica llamada “beatboxing“ en el hip hop desde comienzos de la década de 1980. Y hasta el día de hoy, sentado sobre un sillín de batería, sigue tocando a la perfección. Sin proponérselo quizás, la mamá llevó a su crío por el mejor camino. Warren es ahora el consagrado e inconfundible baterista de Naturally 7, un músico único en su género, y cuando uno lo escucha no puede menos que pensar constantemente en la sabia determinación de su progenitora.
El amplio e inagotable repertorio de la agrupación, plasmado en una docena de álbumes discográficos, recorre con absoluto desenfado los más diversos géneros y estilos: Jazz, R'n'B, Soul, Funk, Hip hop, Rock, Pop, Góspel, así como el áspero Gangsta rap neoyorquino y... lo que se le cuadre.
Pero siempre con alta calidad vocal y escénica, traviesas e histriónicas interpretaciones y una armonía musical e interpersonal impresionante. En sus pausas entre pieza y pieza dejan además su sutil mensaje de paz, de libertad, de respeto a los derechos humanos (tantas y tantas veces pisoteados en su patria, sobre todo en perjuicio de los afroamericanos) que deja reflexionando, emocionados, a los asistentes.
Los modernos ritmos de la batería, las ejecuciones del bajo, los riffs de los metales, los salvajes solos de guitarra e incluso los cuartetos de cuerda podían escucharse sin necesidad de utilizar un solo instrumento, valiéndose muy hábilmente de la gestualidad, la gracia de los movimientos, las muecas y la mímica. Alucinante es el solo de guitarra eléctrica de "Ricky" Cort, de esos que dejan hipnotizados y en trance a los fanáticos del “rock“.
Siete voces crearon la frenética intensidad de este concierto: Roger Thomas (1st baritone, leader, rap, keyboard, synthesizer, trumpet, strings, wah wah guitar), Warren Thomas (3rd tenor, drums, percussion, trumpet, string, electric guitar), Rod Eldridge (1st tenor, DJ scratching, loop pedal, percussion, electric and rhythm guitar, trumpet, string, flute, keyboard), Dwight Stewart (2nd baritone, main vocal, trombone, rhythm guitar), "Ricky“ Cort (1st tenor, lead vocal, electric guitar, trumpet, strings, synthesizer), Sean Simmonds (2nd tenor, harmonica, trumpet), N'Namdi Bryant (bass, bass guitar, contrabass, bass synthesizer). ¡Una velada francamente inolvidable!
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