Sin detenerse en convenciones, Mare marginis es una música primigenia y magmática, tenazmente empeñada en diluir límites y combinar estados; es también y sobre todo una personalidad pianística inmersa en el deseo de erigir su afirmación, su propia enérgica voz, en un lago subterráneo de sonidos; es fragilidad que horada, encerrada en un mundo de roca. Perseverante y rebelde, el piano se debate entre el derecho y el deseo de ser, y la amenaza, como en una frontera hostil. Es también urgencia, como si fuera consciente de su naturaleza efímera, y por eso interpela y encara. Es un piano orgulloso. Mare marginis es una creación madura y pletórica, que nos arrastra a las analogías y a las metáforas, hundidos como tenemos los pies, no pocas veces, en un lodo programático.
Pero, ¿es que debemos entender Mare marginis? De hecho, esta música de…
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