La experiencia fue larga: Tcherniakov nos presenta dos óperas en vez de una, con un entreacto de hora y media que los restaurantes de los alrededores agradecieron sin duda.La duración total del espectáculo, con pausa incluida, se fue a más de cinco horas
Eric Ruf ofrece una puesta en escena honesta y al servicio de la obra original.¿Artesanal?¡Pues claro!, de buen artesano, que es lo que el público le pide al intérprete.Y la dirección de escena es una cuestión de interpretación.
Se confirma que Sierra es una excelente cantante, más bien una líricoligera de gran extensión y con suficiente centro y grave -un punto opacos, eso sí- para vérselas con el personaje y la orquesta de Massenet
Py es un hombre de teatro que suele pasarse de rosca y en ópera pocos aciertos ha tenido.Y enjoyar a la protagonista en el momento de su muerte con la excusa de que diga ‘le beau diamant’ cuando se está refiriendo a la primera estrella vespertina, en medio de un telón de fondo que ni los musicales de la Metro ...
'La Périchole' representa tal vez el último título popular de Offenbach que el existoso tándem Pelly-Minkowski todavía no había presentado en París.Y es que Laurent Pelly y Marc Minkowski desde hace más de veinte años han conseguido redorar la reputación de Offenbach con espectáculos excelentes tanto desde el punto de vista escénico como musical.
'Così fan tutte', el tercer título, era el que faltaba desde hacía más tiempo en el Liceu.Tal vez por eso el más justificado, aunque también el que exhibía algún claro entre el público.Tal vez aquel en que los tiempos de Minkowski parecieron menos vertiginosos que en las otras dos obras
Una obra famosa y querida en un teatro como este sólo puede tener sentido si realmente se propone con todos los recaudos para que tenga sentido.Y aquí, de nuevo, lo único de gran relieve, pese a los tiempos casi precipitados, fue la dirección de Minkowski y secundariamente la excelente respuesta de la orquesta
Minkowski sabe aunar en su batuta elegancia y ligereza, tradición y modernidad.El brío, la brillantez y el ritmo espumoso nos recuerdan en cada compás por qué Offenbach fue el compositor preferido del Segundo Imperio Francés.
Esta vez la versión musical fue mucho más pareja, pero me aburrí un tanto.Creo que la causa estuvo en la presentación escénica, tan aplaudida por el público, con una coreografía reiterativa y totalmente basada en el atletismo y movimientos en general violentos, y una puesta que alternaba un espacio abstracto y en general sumido en una oscuridad sólo ocasionalmente atravesada por momentos -no muy largos- de colores vivos con guiños a la actualidad
Singular importancia adquiere la presentación de la Tetralogía wagneriana con dos obras en la próxima temporada -El Oro del Rin y La Walkiria- en abril y mayo de 2020 y otras dos -Sigfrido y El ocaso de los dioses- en la temporada 2020-2021 en los meses de octubre y noviembre de 2020.