El inmenso abanico de formas de expresión musical de Wilhelm Grosz quizá revele menos un estilo personal individual que un talento especial para saber utilizar juguetonamente los respectivos nichos musicales en cualquier momento.
Pelléas et Mélisande se convirtió en un éxito teatral europeo de principios de siglo porque, por un lado, el público era capaz de reconocerse en los protagonistas y, por otro, se veía arrastrado a un fascinante mundo de ensueño, donde los personajes se mueven como siluetas sombrías, donde las palabras y las acciones tienen siempre un doble sentido y los lugares se convierten en metáforas.
Dejamos a cargo del lector la tarea de disfrutar la música de Giacomo Puccini mientras nos dedicamos a repasar dos aspectos menos conocidos de su vida: sus viajes y las obras que presenció como espectador.
Investigaciones recientes han revelado que algunos músicos pudieron permanecer musicalmente activos mientras estaban encarcelados en la Italia de Mussolini.
Schreker no seguía ninguna escuela, sino que él mismo personificaba una, y si se le hubiera dado un nombre, podría haberse llamado Escuela Ecléctica.Schreker simplemente hacía lo que quería, radicalmente fuera de lo convencional.
Andreas Ottensamer, clarinetista solista principal de la orquesta Berliner Philharmoniker, se desenvuelve como director con una técnica suave y precisa que acaricia y engatusa.
El próximo domingo 22 de enero está previsto en la Ópera de Frankfurt el estreno mundial de Blühen (Florecimiento), la segunda ópera del compositor Vito Žuraj.La ópera, en siete escenas, tiene un texto de Händl Klaus basado en Die Betrogene (La engañada, 1953) de Thomas Mann
Incluye la 'Sinfonía de los Mil' de Mahler y giras con la Royal Philharmonic Orchestra, debut con la Filarmónica de Hong Kong y regreso a la Filarmónica de Oslo, Palau de les Arts de Valencia y la Orquesta de Cleveland.
A new production of 'Der Schatzgräber' at the Deutsche Oper, was brought to life by director Christof Loy and conductor Marc Albrecht, the team who, in 2018, turned Korngold’s 'Das Wunder der Heliane' into both a surprise success and perhaps the most rewarding instalment in the Deutsche Oper’s ongoing series of early twentieth century ‘rediscoveries.’