Este décimo y muy recomendable volumen del ciclo que el sello discográfico de la SWR dedica a Michael Gielen pretende dar fe de las muy variadas estéticas que este compositor y director defendió a lo largo de su vida, así como de algunos de los compositores con los que mantuvo un contacto más estrecho a nivel artístico y personal: fruto del cual se cuentan en este verdadero cofre de tesoros musicales un buen número de obras estrenadas en su día por el propio Gielen
Younghi Pagh-Paan es un ejemplo de sincretismo y diálogo intercultural: el que en su obra se tiende entre los atisbos que en ella perviven de la música tradicional coreana y las corrientes de la avantgarde que asimiló en centros académicos alemanes en los que completó sus estudios musicales con maestros entre los que encontramos a Peter Förtig, a Klaus Huber y a Brian Ferneyhough.
El catálogo de Salvatore Sciarrino constituye un ejemplo paradigmático de creación inmediatamente identificable como personal, atribución sciarriniana que podemos realizar con apenas una mínima escucha, pues sus partituras están repletas de un vocabulario y de unos registros propios.
Roberto Alonso Trillo, violinista gallego que, asistido en la electrónica por el compositor y director mexicano Iván Ferrer Orozco, nos presentó los trabajos por él mismo encargados en el marco de New Music, New Paths, un proyecto académico de investigación que surge como una colaboración entre el propio Roberto Alonso, la Hong Kong Bapstist University y Vertixe Sonora,
Veil (2012) para dos flautines es un juego de veladuras en el que cada piccolo vela al otro, cubriendo su sonido por medio de armónicos, ilusiones de alturas sueltas (la mayor parte, en un registro agudísimo) y ruidos (que se centran en una producción de aire sin tono recurrente durante la mayor parte de los apenas cuatro minutos de duración que en esta lectura cuenta Veil).
El solista más destacado en el Concierto para piano, trompeta y orquesta de cuerdas fue el belga Jeroen Berwaerts, un trompetista de sonido redondo y equilibrado, muy bien resuelto técnicamente y de una aquilatada musicalidad, que supo mantenerse en su sitio en todo momento con respecto al mayor protagonismo del piano, como demuestra su gran sensibilidad en el uso de la sordina en el segundo movimiento, para crear una sonoridad en la distancia.
Un viaje al pasado, a través de los mitos de la antigua Grecia;una mitología tan presente en la música mediterránea contemporánea, con una mención especial para los compositores helenos e italianos, entre los cuales los catálogos de Dallapiccola, Maderna, Nono, Bussotti, o Sciarrino nos ofrecen un buen número de ejemplos, pero fue sobre todo Iannis Xenakis quien puso de relieve la pervivencia del mito como potencia histórica, cultural y simbólica
El público portugués se puso en pie para tributar a Wu Wei su merecida muestra de admiración y respeto;todo ello, con una hermosa dramaturgia de la luz que, bañada la figura del músico en rojo, hacía más diabólicamente mefistofélicos sus ardides interpretativos
En la producción de Gerald Eckert existen constantes vínculos entre su creación plástica (y fotográfica: excelente) y su música, una relación que se refuerza en los discos que hoy reseñamos, con el órgano como principal protagonista: un instrumento que, en manos de Gerald Eckert, adquiere un sentido textural muy próximo al de su producción artística en tinta sobre papel, con sus tan atractivas densidades, volúmenes y procesos de expansión/concentración.
Clara Iannotta ha tenido que alquitarar muchas de las corrientes más sustantivas de las últimas décadas, así como irse desprendiendo ya no sólo de capas prescindibles del pasado, sino de aquellas del presente llamadas a lo accesorio