Roman Hovenbitzer le hace ahora merecida justicia a Giuseppe Verdi y lo incorpora ya anciano al reparto de su puesta de Rey por un día, personificándolo con el destacado barítono y actor Urban Malmberg.
Iolanta y Le Rossignol tratan de las impresiones sensoriales como metáforas del desarrollo de la personalidad.Ver es la clave en la obra de Chaikovski y el oído, en cambio, desempeña un papel decisivo en la obra de Stravinski.
La historia no transcurre en Venecia, sino en un "Ristorante di Venezia", que quizá se encuentre en algún lugar de Gelsenkirchen.Como "dato curioso", durante la obertura el sistema de sobretítulos anuncia que en Gelsenkirchen hay incluso más puentes que en la ciudad de la laguna.
Hay obras musicales que casi no precisan escenografías para despertar al instante la imaginación de los espectadores, como demuestra Manuel Schmitt en su producción de Salomé.
Aunque Berlín seguía siendo prácticamente la capital hedonista del mundo en los dorados años '20 "Noticias del día" causó un pequeño escándalo en aquel entonces, lo que pone de manifiesto el cambiante clima político que reinaba ya en ese momento.
Para el final de la ópera Rech decide marchar por otro sendero, fuera del libreto original, algo que desde el punto de vista actual es por demás comprensible.El teniente B.F.Pinkerton no sobrevive a su infamia, para sorpresa del público (y especial regocijo de las damas presentes: “¡lo tiene merecido!“).
La dirección artística de la Filarmónica de Helsinki pasa a tener tres miembros a partir de la temporada 2023/24: Jukka-Pekka Saraste como Director Principal y Artístico, Pekka Kuusisto como Principal Director Invitado y Codirector Artístico, y Anna Clyne quien será la compositora residente.
La producción de Schmitt del Otello de Rossini es literalmente un redescubrimiento y desempolvamiento que enriquece el repertorio del universo operístico de Alemania.
Cuando las mujeres se transforman en ángeles, los hombres marchan al infierno.La divinizada madona ya no puede regresar a la Tierra y los hombres que la adoran enloquecen.La forza del destino deviene en una cruenta matanza entre el cielo y el infierno.
Brell, de 83 años, una leyenda viviente dentro del elenco del MIR, hace a la perfección, con voz asentada y flexible, el papel ligeramente grotesco del viejo Conde libidinoso Hauk-Šendorf en la búsqueda de una eterna satisfacción erótico-sexual.