Si todavía no han oído ni escuchado ni leído algo de Arsenii Moon hay que ponerse al día porque es uno de esos artistas excepcionales de novísima generación que con su espiritualidad convierten una sala de conciertos en un recinto que parece esfumarse de este mundo terrenal.
Volodos conectó el más puro ensimismamiento schubertiano con la brillantez del pianismo schumanniano;la ligereza cantabile de Schubert, con la intensidad irresistible de Schumann
Biología, biografía, geografía, todo esto se esconde en Biolographie.El Hombre baila al son del romántico Concierto de Rachmaninov, y se da al disfrute de un íntimo pas de deux que, en definitiva, debería quizá salvarlo de su desaparición como especie sobre la faz de la Tierra.
Cada uno de los maestros que ha pasado por el Curso ha dejado un sello único, tanto artístico como humano, contribuyendo de manera decisiva al crecimiento y formación de una nueva generación de músicos.
Las tres compositoras de este disco se inspiraron en Beethoven no sólo musicalmente, sino también como modelo de compositor revolucionario, invirtiendo así los roles habituales: el hombre no es el creador y la mujer la musa, sino a la inversa, ellas quienes se inspiran en él
Nureyev no solo era un gran intérprete, sino que con su variado repertorio superó las barreras entre el arte dancístico clásico y el contemporáneo.Como coreógrafo intensificó a los clásicos a través del virtuosismo y realzó los papeles masculinos.
La Orchestre de la Suisse Romande ha jugado un papel significativo en la difusión y reconocimiento de la obra de Manuel de Falla en el panorama musical internacional
El acontecimiento fue único y quienes no asistieron al recital se perdieron realmente algo memorable.No solo por la combinación de piano y flauta en este Festival, sino por la brillante constelación de Beatrice Rana y Emmanuel Pahud hasta ahora no registrada en el mundo de la música clásica (al menos por estos lares).
Bomsori tocó con gran pasión y fuerza, irradió mucha emoción a los espectadores con su Guarneri del Gesú (1725, ex "Moller"), mientras hacía ingentes esfuerzos para superar ella misma su propia emocionalidad.
La narración del Allegro assai es prestissimo, tempestuosa, inatacable como un tornado, un estilo que comparte Buniatishvili con otros intérpretes de su generación.