Llama la atención en 'I Lombardi' una rareza dramatúrgica: la aparición post mortem de Oronte, lo que es curioso porque la tradición italiana del teatro es realista, no ama lo ultraterreno y cuando en la ópera italiana aparecen los fantasmas estos son traídos de la mano de la gente del norte, Shakespeare, Walter Scott …
Como no se puede maquillar de negros a los etíopes, la magistral solución de De Beer es que los cantantes vayan severamente vestidos de negro tras unas marionetas que expresan los sentimientos mientras los cantantes se limitan a poner alguna cara y a cantar.
La producción, ambientada de forma atemporal en cualquier lugar del mundo y en ninguno en particular, fue comprimida en una hora con respecto a su duración habitual de dos horas y media
¿Qué tuvo entonces para el recuerdo esta función de 'Il Trovatore', aparte del importante gesto de valentía de haberse realizado?Pues nada menos que el personaje más ‘moderno’ de la ópera, el que mira al futuro como sus hermanos de la trilogía popular, Rigoletto y Violetta.
Ciertamente, este Verdi suena raro, las necesidades de adaptar el texto a la música previa en ocasiones provoca extraños resultados.Afortunadamente, Verdi lo resiste casi todo, y por encima de todo y de todos –incluyendo la espantosa puesta en escena de Robert Wilson– queda su música, que en el caso de Le trouvère es tan gloriosa como en Il trovatore, siendo esencialmente la misma.
Se ofrecerán catorce funciones de 'Don Carlo' de Verdi hasta el 6 de octubre, en una producción concebida por David McVicar a partir de la versión de Módena, de cinco actos, en italiano, que se presentará por primera vez en el Teatro Real.
La ópera 'Ecuba' de Manfroce está bien escrita, pero sin demasiada consistencia dramática pese al tema, con sólo un cuarteto sobresaliente y dos o tres arias buenas (pero no geniales).También hay momentos de recitativos interesantes, que siguen la huella de Spontini, pero no lo son.
Conductor Riccardo Frizza emphasised the intimacy of Verdi’s opera, in contrast to the bombast associated with performances at the Arena di Verona or New York’s Metropolitan Opera.Italian theatres are small, he argued – an observation certainly true of La Fenice and the Cairo opera house, where Aida was given its world premiere
Al fondo de la escena un grafiti eleva con aparatosidad sobre el muro las palabras “libertà o morte".Lo curioso es que como unas bisagras abren el muro justo a la altura de la sílaba “tà” de “libertà” y la conjunción “o” hasta hacerlas desaparecer y como además la “t” de “morte" tiene un extraño, casi ausente, leer, en ocasiones de repente se forma bien grande la palabra “libermore”, que es, “b” arriba “b” abajo, como tener clavadito en Les Arts el espíritu de don Davide verdianamente venido de entre los difuntos, cosa que me malicio, a él, tan teatral, no le disgustaría demasiado.