'Persiguiendo un sueño' es el concepto que vertebra la programación artística de la temporada 24/25, un viaje para soñar a partir del conocimiento, el arte y la ópera.
La mejor de todos fue Pirozzi, que además de su voz enorme y su capacidad para las medias voces, cantó con propiedad y sentido en todo momento la tremebunda parte de Amelia
'Grietas irreversibles' será el concepto que vertebra la programación artística de la temporada, una invitación a descubrir la fortaleza de los protagonistas de los títulos que surge paradójicamente de sus fisuras vitales.
'Aida' es fastuosidad y colorismo, es cultura egipcia, exotismo y orientalismo a raudales, es fanatismo religioso, pero también es intimismo a orillas del Nilo.Por eso se beneficia de las virtudes escenográficas de esta gran superproducción de Hugo de Ana -la espectacularidad y monumentalidad de las escenas de masas- y sus defectos -una sobreabundancia de proyecciones dinámicas de arqueología egipcia y anatomía masculina, o el empleo obsesivo de cintas como material coreográfico
Leo Castaldi logró que la insinuada escenificación fuese muy fiel al libreto y permitiera un claro y teatral desarrollo de la trama.Nicola Luisotti llevó con mucho cuidado los dos preludios, si bien en el primero faltó el aroma inconfundible del melodrama.
Se presenta la Temporada 2020-2021 del Teatro Real, reivindicando la paulatina vuelta a la normalidad y la confianza en el futuro.Serán quince óperas, de las cuales siete son nuevas producciones del Teatro Real y dos son estrenos absolutos.
Meli es más o menos el Manrico oficial de Italia, y el tenor preferido por Muti para Verdi.El color es bellísimo y tiene un centro estupendo.Siempre ha sido un poco corto de agudo, y por lo tanto la dichosa ‘pira’ no fue un momento para el recuerdo.
La Temporada 2019-2020 de la Ópera Metropolitana (The Metropolitan Opera) de Nueva York, que se presentó el pasado 20 de febrero, se compondrá de veinticinco óperas.Cinco títulos se presentarán en nuevas producciones escénicas, y dos se ofrecerán en carácter de estreno para la sala del Lincoln Center: Akhnaten de Philip Glass y Agrippina de Händel.
Al fondo de la escena un grafiti eleva con aparatosidad sobre el muro las palabras “libertà o morte".Lo curioso es que como unas bisagras abren el muro justo a la altura de la sílaba “tà” de “libertà” y la conjunción “o” hasta hacerlas desaparecer y como además la “t” de “morte" tiene un extraño, casi ausente, leer, en ocasiones de repente se forma bien grande la palabra “libermore”, que es, “b” arriba “b” abajo, como tener clavadito en Les Arts el espíritu de don Davide verdianamente venido de entre los difuntos, cosa que me malicio, a él, tan teatral, no le disgustaría demasiado.