Moderno, atemporal, familiar, siempre nuevo, ese es van Manen;un revolucionario y un conservacionista;un conocedor de la historia de la danza y un amante de sus bailarinas y bailarines.
Con un dominio absoluto de la puesta en escena, potente y sofisticada inventiva, Timm Kröger crea un multiverso cinematográfico único.Die Theorie von Allem es a la vez la maravilla de un cinéfilo absolutamente brillante y un fuerte asentimiento al futuro del cine.
Volpi ambienta la historia en un teatro, durante los ensayos del ballet Giselle, centrándose en el encuentro de Giselle y Bathilde, quienes experimentan algo nuevo, jamás vivido antes: una familiaridad, una atracción, un contacto profundo y cálido.
¿Una dimensión postapocalíptica?Ni siquiera eso: El inminente fin de la humanidad se anuncia sin ceremonias ni revelaciones apocalípticas.No establece un reinado del espíritu, sino una tiranía indefinida.
Adentrarse en Artifact II, de William Forsythe, es como ingresar en un ballet de cuento de hadas;uno poblado de personajes misteriosos, texto enigmático, danza clásica de gran belleza y una panoplia de recursos teatrales, como un telón que cae repetidamente durante un doble pas de deux con la Chacona en re menor de Johann Sebastian Bach.
Hay que estar dispuesto a ver lo que está delante de uno y ver la chance que uno tiene.A veces hay gente está tan ocupada consigo mismo o con una negatividad que no es capaz de ver lo que tiene delante.
'Coppelia x Machina' pone el dedo en la llaga en controvertidas cuestiones de suma actualidad: ¿Qué puede ocurrir cuando desaparezcan las fronteras entre el ser humano, la marioneta y la máquina?
Inspirada hasta en el más mínimo detalle, la compañía del Ballett am Rhein (Düsseldorf / Duisburgo) ha producido una joya que en estos tiempos anuncia la inminente llegada de la fiesta del amor.El resultado es una obra cautivadora, liberadora, muy fluída en el relato y con una exquisita atmósfera íntima, familiar.
El poder y la ambición de coleccionar tretas innovadores existen en todas partes, dentro y fuera de las nobles salas de ballet, como muy bien lo sabe Demis Volpi por vivencias propias.El final de su ballet es sorprendente y cinematográfico, todo un acierto y deja boquiabiertos a los espectadores.