Musicología
Bruckner 200Anton Bruckner en Linz y su entorno cultural
Juan Carlos Tellechea
Linz, la capital de Alta Austria, atravesada por el Danubio, desempeñó un papel especial en la biografía de Anton Bruckner.
Dos estancias más largas en esa ciudad, a la sazón de 25.000 habitantes, iban a tener una influencia decisiva en su vida.
Una duró solo unos meses y tuvo lugar de octubre de 1840 a julio de 1841.
Durante ese período, Bruckner asistió a los cursos de formación de maestros (Präparandie, preparatorio), escribe el musicólogo Dr Klaus Petermayr, jefe de la Colección de Música del Museo Provincial de Alta Austria, director cientifico del Instituto Anton Bruckner de Linz, y autor del libro Anton Bruckner. Eine Biografie, publicado por la editorial Anton Pustet de Salzburgo, que ya reseñamos en estas páginas.
La segunda estancia de Bruckner en Linz se debió a su nombramiento como organista de la (antigua) catedral de San Ignacio de Loyola (y parroquia de la ciudad), que este corresponsal de Mundoclasico.com visitó en la tarde del 3 de julio pasado, muy amablemente acompañado por el padre Slawomir Dadas, nuevo rector del seminario diocesano de Linz y vicario episcopal para Asuntos Sociales y de la Iglesia Universal desde el 1 de septiembre de 2023.
Hasta mediados del año pasado, la Compañía de Jesús (SJ) se encargaba de la administración de esta antigua catedral, pero por falta de personal y medios financieros decidió no continuar atendiéndola, por lo que la diócesis se ocupa ahora de ella directamente.
Drama lírico y Te Deum
A comienzos de junio pasado y con motivo del bicentenario del nacimiento de Bruckner, el Landestheater Linz llevó a escena en el recinto de esta antigua catedral la obra musical Der Findling (El peñasco errático) que había encomendado a Franz Hummel y Susan Oswell, con libreto de Hermann Schneider. La representación contó con la dirección musical de Markus Poschner y puesta de Lukas Hemleb. Fueron muy pocas funciones (tal vez demasiado pocas) las dedicadas a este notable homenaje lírico-dramático a Anton Bruckner, de quien se sabe que no compuso ni una ópera ni un oratorio.
La Orquesta Bruckner de Linz, instalada en la tribuna del histórico órgano que tocaba Bruckner (impresionante, pero no tan colosal como el de la basílica de San Florián), ofreció una grandiosa y agradecida interpretación bajo la segura y animada dirección de Poschner, como coincidió unánimemente la crítica. La composición de Hummel y Oswell contiene maravillosos solos para violín o violonchelo y apropiadas citas sobredimensionadas de la obra de Bruckner, alienaciones incluidas.
El expresivo tejido orquestal toma fuerza del modernismo de Bruckner, pero también tiene raíces propias más recientes. El órgano de Bruckner en esta antigua catedral fue ejecutado en la oportunidad por su actual titular, el destacado organista y clavista Bernhard Prammer, si se quiere lejano sucesor del compositor en este puesto.
El Landestheater Linz ofrecerá el mismo día del 200º cumpleaños de Bruckner el próximo 4 de septiembre un concierto con la Bruckner Orchester bajo la égida de Markus Poschner en la Basílica de la Abadía de los canónigos agustinos de San Florián en el que serán interpretados el Te Deum para solistas, coro a cuatro voces y orquesta WAB 45 (1881-1884) y la Sinfonía nº 9 en re menor WAB 109 (1887-1894) del insigne compositor con Camilla (soprano), Christa (mezzosoprano), Piotr (tenor), Michael (barítono), el Hard-Chor Linz, y el Linzer Jeunesse Chor.
Historia
Gracias a la proximidad geográfica con Ansfelden (su ciudad natal) y San Florián (su hogar espiritual), Anton Bruckner ya había conocido antes la capital de Alta Austria: aquí fue confirmado el 7 de junio de 1833, siendo su padrino su primo, el maestro, organista y compositor Johann Baptist Weiß, relata el Dr Klaus Petermayr.
Linz era ya en el siglo XIX la ciudad más poblada de Alta Austria después de Steyr. La pequeña urbe burguesa y agrícola se había convertido poco a poco en un centro de comercio e industria. La vida cultural de la ciudad se caracterizaba por una clase media en ascenso, así como por la aristocracia y el clero. Desde 1785, Linz era la sede del obispo diocesano. Varios monasterios tenían aquí sus filiales; había jesuitas, capuchinos y muchas otras órdenes religiosas.
Lo que faltaba, sin embargo, era una residencia permanente para el soberano, ya que los Habsburgo y su corte rara vez se alojaban aquí. No obstante, Linz estaba muy bien conectada con la red austriaca en cuanto a infraestructuras, lo cual era una de las razones por las que las estructuras culturales pudieron establecerse: el ferrocarril tirado por caballos (sic) Linz-Budweis se inauguró en 1832, el primer barco de vapor atracó en 1837 y solo dos años después (1839), las compañías navieras comenzaron a operar con regularidad.
Vida cultural
En 1858 se construyó la estación principal de ferrocarril de la Kaiserin-Elisabeth-Bahn (Ferrocarril de la Emperatriz Isabel, actual Westbahn). De este modo, Linz era fácilmente accesible por numerosas rutas. Con el fin de crear zonas de recreo para la población, la ciudad de Linz compró el Volksgarten (Jardín público), que había sido construido por el operador de cafeterías Bartholomeo Festorazzi en 1829, y diseñó el parque. Aquí se ubicó el Volksgartensalon, uno de los lugares de eventos más populares, donde se celebraban conciertos y conferencias y donde la banda militar también ofrecía actuaciones con regularidad.
El teatro, inaugurado en el Paseo Marítimo en 1803, estaba considerado como uno de los templos culturales más importantes de la ciudad. Pese a su accidentada historia, con diversos y exitosos directores teatrales, el teatro pronto se convirtió en un centro de la vida social. Durante la estancia de Bruckner en Linz en los referidos cursos preparatorios en 1840/1841, el actor Joseph Pellet asumió en 1839 el cargo de segundo director del teatro de Linz. Bajo su dirección se representaron principalmente óperas italianas de Vicenzo Bellini y Gaetano Donizetti, pero también óperas francesas y alemanas.
El director de orquesta era Karl Zappe, quien llegaría a ser posteriormente superior de Bruckner, responsable del estreno de Fidelio de Ludwig van Beethoven en Linz el 2 de octubre de 1840. Eduard Neufeld también asumió la dirección del teatro de 1843 a 1849 como segundo director. Bajo su dirección, Ernani, de Giuseppe Verdi, figuró por primera vez en el programa en 1848.
Richard Wagner
Bajo la dirección de Franz Stöckl, el teatro representó principalmente obras de Wolfgang Amadé Mozart, Verdi, Donizetti, pero también de Carl Maria von , Albert y Conradin . Andreas August Pütz e Ida Schuselka-Brüning sucedieron a Eduard Neufeld como directores de 1852 a 1855 y de 1855 a 1857 respectivamente. Entre 1857 y 1863, Eduard Kreibing dirigió el teatro hasta su punto álgido. Durante su mandato de seis años, se representaron 69 óperas, incluidas obras de Verdi y Tannhäuser de Richard Wagner en 1863.
Durante la época en que Bruckner era estudiante de preparatorio se disuadía a los alumnos de asistir a tales eventos, probablemente debido a preocupaciones morales y éticas. Bruckner debió de hacer caso de estas advertencias. La frecuencia con la que asistió a representaciones en sus últimos años en Linz es cuestionable. Sin duda asistió a Tannhäuser de Wagner el 13 de febrero de 1863.
Sin embargo, a diferencia del teatro, mantuvo contactos más intensos con la Gesellschaft der Musikfreunde (Sociedad de los amigos de la música), fundada en 1821 como asociación de músicos profesionales y aficionados. El posterior profesor de Bruckner en la escuela preparatoria, Johann August Dürrnberger, también fue miembro de la sociedad, al igual que su padre, Anton Bruckner senior, que al menos fue documentado como tal en 1837.
Espectador
Bruckner ya estaba documentado como integrante del público en los actos organizados por la sociedad musical durante su época de estudiante preparatorio. A partir de 1853, la sociedad estuvo bajo la dirección de Theodor Neubert-Abendroth (antes de 1830 - después de 1854), bajo cuya dirección se interpretaron La Creación de Joseph Haydn y la Séptima Sinfonía de Beethoven. De 1856 a 1860, Anton M. Storch dirigió los destinos musicales de la institución.
Bajo su sucesor, Engelbert Lanz, se interpretó Athalia de Felix Mendelssohn Bartholdy junto con el Liedertafel Frohsinn en 1861 y el oratorio Die heilige Nacht de Julius Schneider en 1862. Cuando dimitió como director de la asociación en 1963, se pidió a Bruckner que le sucediera. Sin embargo, ante la imposibilidad de llevar a cabo sus ideas, Karl Weilnböck asumió la dirección. Le siguió Eduard Hauptmann en 1865 y de nuevo Lanz.
Formación
La primera estancia más larga de Bruckner en Linz tuvo que ver, como ya se ha mencionado al principio, con su formación como maestro: debido a la introducción del Reglamento General de Escuelas bajo la emperatriz María Teresa en 1774, en cada capital de provincia, incluida Linz, existía una escuela normal o modelo, la Präparandie (preparatorios).
Por un lado, servía de modelo para otras instituciones de la provincia y, por otro, estaba destinada a la formación del profesorado. La enseñanza en las escuelas preparatorias debía impartirse en la respectiva lengua nacional (en el imperio coexistían más de 12 diferentes). Al principio, la duración era de solo seis semanas, pero pronto se amplió a tres meses, y más tarde a diez meses.
En la época de Bruckner, la formación del profesorado se encontraba en una fase de agitación: el director de la institución de Linz, Johann Nepomuk Pauspertl Wladyk von Drachenthal, era considerado un pionero de la profesionalización de los estudios y la enseñanza. La Preparación propiamente dicha estaba situada en el edificio de la antigua cancillería provincial imperial, en la Hofgasse 23, anexa a la escuela secundaria normal imperial y real fundada en 1776. Bruckner se alojaba en la Obere Pfarrgasse nº 197 (más tarde Pfarrgasse 11), la casa de Adolf Hofmann.
Requisitos
El examen de ingreso en la escuela preparatoria tuvo lugar el 15 de octubre de 1840, las clases propiamente dichas comenzaron el 20 de octubre y duraron hasta agosto de 1841. Cuarenta y seis candidatos se matricularon junto a Bruckner. Las condiciones para participar en el curso eran la presentación de un certificado recomendatorio de buena conducta, haber cumplido los 16 años de edad, haber superado las tres primeras clases del bachillerato alemán, poseer aptitudes musicales y acreditar un empleo desde la salida de la escuela.
En el anuncio de la dirección de la Imperial y Real Normal Hauptschule Linz, de 5 de octubre de 1840, también se indicaba que cada candidato debía
tener la suficiente habilidad para tocar el órgano como para poder tocar al menos los himnos habituales de la iglesia sin cometer errores, y debe superar una prueba antes de entrar en el curso de enseñanza.
Bruckner aprobó con un ''muy bien''.
Los contenidos del curso preparatorio eran: principios de metodología, lecciones de lengua y ortografía, redacción de redacciones escritas, lectura, geografía, religión, aritmética, caligrafía, lecciones de música y, por último, educación moral, que se concretaba en la asistencia diaria a los oficios religiosos. Las asignaturas de historia y ciencias naturales tenían menor prioridad. Pauspertl Wladyk von Drachenthal impartía Metodología general, entre otras asignaturas. Bruckner conservaba entre sus documentos un manuscrito al respecto. Se daba especial importancia a la música eclesiástica, que estaba indisolublemente unida al servicio escolar.
En 1832, Johann August Dürnnberger se hizo cargo de las clases de música para los profesores en preparación, que se dividían en teoría y práctica. Esta última consistía en componer música y participar en oficios religiosos y conciertos, que se celebraban principalmente en la Iglesia de la orden de Frailes Menores Conventuales (a no más de 500 metros de la antigua catedral de San Ignacio).
Aquí se interpretaban sobre todo obras de los clásicos vieneses. Las clases teóricas se basaban en el Handbuch bey dem Generalbasse und der Composition de Friedrich Wilhelm Marpug (Berlín 1755-1762), pero también en la obra estándar del propio Dürrnberger, el Elementar-Lehrbuch der Harmonie- und Generalbass-Lehre (Linz 1841), que influyó en generaciones enteras de profesores de la Alta Austria.
Bruckner comentaría tiempo más tarde sobre esta obra que:
El libro me convirtió en lo que soy.
La importancia de la enseñanza de Dürrnberger se reflejó también en el hecho de que muchos años después Bruckner basó en su tratado sus propias lecciones en el Conservatorio de la Gesellschaft der Musikfreunde y en la Universidad de Viena. Dürrnberger no solo se convirtió para él en un maestro, sino también en un amigo para toda la vida. Entre otras cosas, fue un consejero decisivo en su candidatura para el puesto de organista de la catedral e iglesia parroquial de la ciudad de Linz en 1855.
Bruckner terminó sus estudios de magisterio el 16 de agosto de 1841. Fue uno de los mejores graduados de su promoción. No regresó a Linz hasta 1855. Como organista de la catedral y parroquia de la ciudad, iba a desempeñar desde ese momento un papel más importante en la vida social y cultural que en el periodo anterior.
La vida de organista
El 13 de noviembre de 1855, Bruckner superó con éxito la audición para el puesto de organista de la catedral y de la parroquia de la ciudad de Linz, que había quedado vacante después de Wenzel Pranghofer (1805-1855) y que se le concedió primero provisionalmente y luego de forma permanente a partir de 1856. No se sabe con certeza si se instaló en el piso oficial del llamado «Musikantenstöckl» de la Pfarrplatz (plaza de la parroquia) inmediatamente después de asumir el cargo. Probablemente vivió las primeras semanas en una habitación de la Florianer Haus (Landstraße 22).
Su superior, el director de orquesta de la catedral Karl , familiarizado con las últimas novedades musicales, también actuaba como director de orquesta y primer violinista del Teatro de Linz. Bajo su dirección se representaron las óperas Norma de Bellini, Fidelio de Beethoven, Oberon de Weber, Ernani y Nabucco de Verdi. Utilizó a los mejores cantantes de Viena, Milán y San Petersburgo. Pero incluso en la iglesia también se escuchaban a veces composiciones modernas.
Dependiendo de los requisitos de las obras elegidas, se utilizaban formaciones del teatro, de la banda militar y miembros del coro Frohsinn. Zappe tenía un alto nivel artístico. Sin embargo, sus colegas también le apreciaban por su personalidad afable. Todos los años, en diciembre, invitaba a los músicos de la iglesia que trabajaban a sus órdenes a una cena a base de Bratwurst (salchichas asadas).
Suplentes
En Linz, Bruckner tenía ahora que cumplir con sus obligaciones tanto para la parroquia como para la (antigua) Catedral. El trabajo no era poco: tocaba en misas solemnes, bendiciones, funerales, bodas, etc., tenía que estar presente en los ensayos y presumiblemente también tenía voz en la elección del repertorio. Por ello, poco después de tomar posesión de su cargo, empezó a buscar
sustitutos adecuados para cubrir los servicios más pequeños, como los funerales.
Entre sus sustitutos se encontraban Ferdinand Edelhart, Karl Waldeck, Anton Hager y Joachim Berger. Sin embargo, Bruckner también quería utilizar estas suplencias para liberar el tiempo que necesitaba para estudiar con Simon Sechter en Viena, lo que demuestra su afán por perfeccionar pronto su formación compositiva.
Orfeón
Bruckner pronto fue muy apreciado como organista en Linz. Pudo ampliar sus contactos sociales, creó un círculo de amigos y alumnos y participó activamente en sociedades. En esta época también se unió a la sociedad coral Frohsinn. A partir de marzo de 1856 trabajó aquí como segundo tenor, y desde el 31 de octubre de 1856 durante un año como segundo archivero, lo que le facilitó el estudio del amplísimo repertorio del orfeón masculino.
El Liedertafel Frohsinn se inspiró en el Männergesangverein vienés y se fundó en 1845 a propuesta de la Gesellschaft der Musikfreunde de Linz. La asociación pronto se convirtió en un pilar de la vida musical de la ciudad. Ya en los primeros años, además de los grandes conciertos en la Redoutensaal, en el teatro y en el Jardín público, se organizaban excursiones, las llamadas Sängerfahrten.
La participación en espectáculos de masas, los conciertos benéficos, los festivales patrióticos, las serenatas y los entretenimientos nocturnos y de jardín y mucho más se consideraban obligatorios. Moritz Feßl fue el director de la Frohsinn de 1845 a 1855, seguido de Anton M. Storch, antiguo director de coro del Orfeón Masculino de Viena, de 1855 a 1860. Este último añadió un coro femenino al coro masculino, de modo que en el futuro también pudieran interpretarse obras con un coro mixto.
Insultos
El primer gran acontecimiento de Bruckner como miembro de la sociedad le llevó a Salzburgo con motivo del centenario de Wolfgang Amadé Mozart. Allí, además de las actuaciones con la Liedertafel, tuvo que participar en un concurso de órgano con Robert Führer, del que salió victorioso. Sin embargo, Bruckner no solo estuvo en Salzburgo con el Frohsinn, sino también en el primer Festival Germano-Austriaco de Cantantes de Krems (29/30 de junio de 1861) y en el Gran Festival Germano de Cantantes de Núremberg (19 al 24 de julio de 1861). Aunque Bruckner ya había renunciado a su pertenencia activa a la asociación el 2 de septiembre de 1858 por motivos de salud, permaneció fiel a ella como miembro de apoyo.
A finales de agosto de 1860, Storch se trasladó a Viena y el segundo director de coro Matthäus Kirchberger cayó gravemente enfermo. Por ello, Bruckner fue nombrado primer director de coro el 7 de noviembre de 1860. Como tal, tenía un alto nivel artístico. El 20 de diciembre de 1860 dirigió por primera vez en público el Liedertafel en una velada de damas en la Redoutensaal y el 11 de febrero de 1861 interpretó su elegía Am Grabe para coro masculino a cappella (WAB 2) en ceremonias fúnebres antes de retirarse del Frohsinn a mediados de septiembre de 1861 "debido a graves insultos" recibidos por miembros de esa institución, que a su vez le entregó un certificado de honor en octubre.
Obras para coros masculinos
Durante su estancia en Linz, Bruckner compuso diligentemente para coro masculino: Das edle Herz (WAB 66) fue compuesta en 1857, Der Abendhimmel (WAB 56) en 1861/62 y Herbstlied (WAB 73) en 1864. Esta última pieza está dedicada a Josef Hafferl, presidente de la ''Frohsinn''. Sin embargo, Bruckner compuso coros masculinos no solo para la Frohsinn, sino también para otras ocasiones: a la invitación del Consejo Federal de la Baja Austria de enviar una composición para su inclusión en una colección de canciones, Bruckner envió el Vaterlandslied (WAB 92), el Vaterländische Weinlied (WAB 91) y el coro Abendhimmel (WAB 56) «para cualquier disposición».
Además de sus compromisos profesionales y sociales, Bruckner tenía alumnos particulares a los que daba clases de piano. Sin embargo, y a menudo al borde de la sobrecarga total, también invirtió mucho tiempo en su desarrollo personal, lo que le llevó a Simon Sechter, Otto Kitzler e Ignaz Dorn. Bruckner estaba en contacto con Sechter desde el verano de 1855. En los primeros años, las clases se impartían por carta: Bruckner estudiaba los libros de Sechter y tomaba notas de las preguntas.
Los problemas y las soluciones se enviaban por correo o a través del amigo de Bruckner, Rudolf Weinwurm. A partir de 1858, Bruckner pudo viajar a Viena de seis a ocho semanas cada año durante el verano "sin órgano" y el período de Cuaresma para trabajar con Sechter en persona. Al final, tuvo que aprobar cuatro exámenes: En julio de 1858, sobre bajo continuo y ejecución de órgano; en agosto de 1859, sobre armonía y contrapunto; en abril de 1860, sobre contrapunto doble, triple y cuádruple; y en marzo de 1861, sobre canon y fuga. Sechter reconoció finalmente a Bruckner "como un maestro en esta materia".
Perfeccionamiento
A partir del otoño de 1861, Bruckner recibió clases de teoría de la forma e instrumentación del director de teatro de Linz Otto . Ambos se habían conocido en el coro de la iglesia, donde Kitzler ya era violonchelista en 1858. Con él, Bruckner estudió Los fundamentos de las formas musicales y su análisis de Ernst Friedrich Eduard Richter, Teoría de la composición musical, práctica y teórica de Adolph Bernhard y el libro de texto sobre composición musical de Johann Christian . Kitzler, gran admirador de Richard Wagner, también le enseñó la práctica musical contemporánea y le introdujo en el repertorio no litúrgico.
En este contexto, la interpretación de Tannhäuser de Wagner el 13 de febrero de 1863 debe considerarse también una experiencia decisiva. El llamado Kitzler-Studienbuch se considera un valioso documento en el que fueron asentados borradores de composición, notas sobre lo que había estudiado y también composiciones completas de Bruckner. Entre ellas se encuentran el Cuarteto de cuerda en do menor (WAB 111), la Marcha en re menor (WAB 96), las Tres piezas orquestales (WAB 97/1-3) y la Sinfonía en fa menor (WAB 99), la llamada Sinfonía de estudio.
La última obra de su aprendizaje con Kitzler fue el Salmo 112 (WAB 35), que Bruckner había concebido para doble coro mixto a ocho voces y gran orquesta y que probablemente nunca se interpretó en vida. Kitzler abandonó Linz en 1863 y llegó primero a Temesvár y Sibiu, y después, en 1868, a Brno, donde fue director de la Musikverein durante 31 años. Se suicidó en Graz el 6 de septiembre de 1915. Tras la marcha de Kitzler, Bruckner buscó la compañía de su sucesor, el director de orquesta y compositor Ignaz , que también le formó.
Misas
Nacido en Viena, Dorn puede considerarse menos un maestro que un compañero, un animador y un ampliador de horizontes que animó a Bruckner a encontrar su propio lenguaje musical. Pronto surgió una íntima amistad entre ambos. A Dorn le gustaba visitar a Bruckner en su piso de la Pfarrplatz. El motivo de estas visitas era también la hija de Zappe, que vivía allí y con la que Dorn se había comprometido en secreto. Sin embargo, la boda, para la que había previsto a Bruckner como su asesor, nunca llegó a celebrarse. En 1866, Dorn siguió la llamada de Kitzler al teatro en Brno. Más tarde se trasladó a Viena, donde murió el 30 de mayo de 1872 a la edad de 33 años.
Pero Bruckner no solo perdió amigos. Le entristeció profundamente la muerte de su madre, que ya había fallecido en Ebelsberg el 11 de noviembre de 1860. La época de Bruckner en Linz fue muy productiva en cuanto a composición. Se escribieron muchas obras sacras y profanas, e incluso se imprimió una primera composición: el Germanenzug para coro masculino a cuatro voces (WAB 70).
Sin embargo, todo su trabajo en aquella época culminó en la Misa en re menor (WAB 26) y la Misa en mi menor (WAB 27), así como en su Primera Sinfonía en do menor (WAB 101). Por fin pudo desarrollar su propio estilo, independiente de influencias externas. Esto dio lugar a un enorme auge creativo, que no solo incluyó las grandes misas, sino que también le llevó a la composición de su primera sinfonía. Incluso la Misa en re menor de 1864 fue un éxito rotundo. Se interpretó por primera vez en la antigua Catedral y se planeó otra como concierto espiritual en la Redoutensaal de Linz.
Empuje
El jurista, político y cronista de la época Moritz von Mayfeld informaba de ello en el periódico Linzer Abendbote del 20 de diciembre de 1964:
El 18 de diciembre de 1864 puede describirse como el día en el que la estrella de Bruckner brilló por primera vez en el horizonte. ¿Es lícito escribir una misa en el estilo en el que lo hizo Bruckner? La respuesta a esta pregunta es: no está permitido, pero es absolutamente necesario si se quiere realizar una obra de verdadera importancia. Toda la misa está dispuesta en unas proporciones tan magníficas, los elementos dramáticos del texto están tratados de una manera tan digna y al mismo tiempo tan altamente eficaz, es decir, la polifonía de toda la obra es tan extraordinariamente excelente que su creador tiene derecho a las más altas expectativas para el futuro. Dada su inusitada riqueza de imaginación y sus conocimientos musicales y técnicos, es difícil prever adónde le conducirán finalmente estos caminos. Lo único seguro es el campo de la sinfonía en un futuro próximo, y con el mayor éxito.
Moritz von y su esposa Betty fueron amigos íntimos y grandes mecenas de Bruckner. Le gustaba asistir a sus veladas musicales, donde encontraba apoyo intelectual para su trabajo musical. Se dice que Mayfeld instó a Bruckner a componer otra sinfonía después de la Sinfonía de estudio. Bruckner diría más tarde a su biógrafo August Göllerich:
Mayfeld me empujó hacia lo sinfónico.
Así pues, comenzó a trabajar en su Primera Sinfonía en enero de 1865 y la terminó el 14 de abril del año siguiente. Con esta obra, Bruckner pretendía sin duda atraer también la atención del público vienés, pero sobre todo de la crítica vienesa, ya que probablemente llevaba tiempo pensando en la capital imperial como próximo destino deseable. El estreno de la obra ya estaba previsto para 1866, pero se aplazó varias veces y finalmente tuvo lugar el 9 de mayo de 1868 en la Redoutensaal bajo la dirección del compositor.
Nueva Catedral de Linz
Con su "pequeña pieza descarada", como el propio Bruckner llamaba en broma a su obra, había conseguido crear un nuevo concepto sinfónico. El periódico Linzer Abendbote informaba sobre el estreno el 11 de mayo:
Quien aún tuviera dudas sobre si nuestro excelente organista de la catedral, Bruckner, el maestro generalmente reconocido de la interpretación al órgano, sería capaz de hacer frente a las tareas más difíciles de la composición musical, se ha equivocado en todos los aspectos con su concierto de anteayer. El Sr. Bruckner presentó su última obra, la gran Sinfonía en do menor, y nos dio así la oportunidad de juzgar su poder creativo y su auténtico desarrollo musical en el rico campo de la música polifónica.
Sobre todo, nos complace poder afirmar que el Sr. Bruckner, siempre con el ejemplo del gran maestro Richard Wagner en mente, se esfuerza cada vez más por una composición libre e independiente y ya ha logrado una clarificación de sus grandes ideas musicales en esta sinfonía, lo que justifica las más bellas esperanzas para el desarrollo ulterior de este compositor. Quien aún recuerde la Misa de Bruckner y sus obras anteriores de menor envergadura, no dudará ni un instante en reconocer en esta última obra un paso adelante verdaderamente significativo, que le impulsa necesariamente a esforzarse aún más.
El plan de Bruckner funcionó, ya que su sinfonía también recibió críticas favorables en Viena. Sin embargo, antes de poder seguir concentrándose en un posible traslado a la capital, tuvo que cumplir un deseo del obispo Franz Joseph Rudigier, que era uno de sus mecenas especiales y que había encargado a Bruckner una misa para las celebraciones en torno a la nueva Catedral de Linz, que este corresponsal de Mundoclasico.com visitó al mediodía del martes 2 de julio pasado.
El órgano
Era la segunda obra de Bruckner escrita para el obispo y la nueva catedral, de estilo neogótico. Fue precedida por una Cantata festiva con motivo de la colocación de su piedra fundamental (WAB 16), explican durante la visita el deán y párroco Dr Maximilian Strasser, así como el actual organista titular profesor Dr Wolfgang Kreuzhuber.
El padre Maximilian evocó detalladamente cada histórica circunstancia relacionada con su comunidad, que tampoco escapó a la barbarie del régimen genocida y racista nazi (1933-1945) bajo Adolf Hitler, y mostró la cripta que atesora el bellísimo e histórico pesebre que acuden a adorar millares de fieles durante la fiesta de Navidad. El profesor Kreuzhuber tuvo además la gentileza de mostrarnos su trabajo en el moderno órgano (1968) principal, obra de los constructores daneses Marcussen & Sohn, durante una clase con un joven alumno suyo.
A la izquierda y a lo alto de la nave central de la catedral se ve otro pequeño órgano en el que Bruckner llegó a tocar y a componer algunas piezas, señala el Dr . Este instrumento ya no se utiliza ni funciona más. Su reparación y remozamiento, que la diócesis de Linz no considera prioritarios en estos momentos, costaría hoy, según cálculos estimativos, unos 800.000 euros (en todo caso, se buscan generosos donantes).
Golpe psicológico
Pero, volviendo a nuestra historia, Bruckner comenzó a componer la Misa en mi menor en agosto de 1866 y ya la había terminado tres meses más tarde. Sin embargo, no se estrenó hasta tres años más tarde. El motivo fue un retraso en las obras del edificio de la catedral, evoca el Dr Wolfgang Kreuzhuber. Finalmente, actuaron el Liedertafel Frohsinn, el Männergesangverein Sängerbund, el Linzer Musikverein del Regimiento Imperial y Real de Infantería nº 14 Ernst Ludwig, Gran Duque de Hesse y del Rin.
La misa está escrita para coro a ocho voces y acompañamiento de viento, por lo que es bastante inusual. En ella, Bruckner combinó hábilmente secciones polifónicas a cappella con secciones sinfónicas que se alternan entre sí.
Bruckner estaba haciendo mucho musicalmente en esta época. Había logrado su primer éxito, lo que le dio impulsos para continuar. Pero en su vida privada también ocurrían muchas cosas: en el verano de 1866, le pidió matrimonio a la joven Josefine Lang, nacida en 1844 e hija de un carnicero de Linz. La gran diferencia de edad de 20 años fue supuestamente la razón por la que ella lo rechazó. Un golpe psicológico para Bruckner.
Dado de alta
Probablemente para hacer más llevadera esta derrota, no tardó en idolatrar a otras damas, como Henriette Reiter, la hija de 18 años de un florista del barrio vienés de Josefstadt. Volvió a fracasar, por lo que se sumergió maniacamente en su trabajo. Como resultado de esta presión autoimpuesta, tras fases iniciales de melancolía, sufrió una profunda crisis nerviosa en la primavera de 1867, por lo que se sometió a una cura de agua fría en el sanatorio de Bad Kreuzen del 8 de mayo al 8 de agosto de 1867. Su médico en Linz, Josef Födinger, sugería "la locura como posible consecuencia", por lo que el obispo Rudigier le dio licencia y le proporcionó un párroco. Tras varias recaídas, Bruckner fue dado de alta el 8 de agosto de 1867. Con un éxito moderado e insostenible, como así resultó.
Dejar Linz
A más tardar a principios de la década de 1860, Bruckner había decidido hacer de la composición el trabajo de su vida. En Linz no parecía tener las condiciones adecuadas para ello, por lo que Viena debió de rondarle la cabeza durante algún tiempo. Ya en 1856 debió juguetear con la idea de abandonar la capital de la provincia, como dejó claro en una carta a Rudolf Weinwurrm fechada el 30 de noviembre. En otra carta a este amigo (fechada el 10 de febrero de 1861), llegó a afirmar que él -Bruckner- estaba:
ya muy contento de tener Linz a sus espaldas.
El certificado que recibió del Conservatorio de Viena en 1861 también apunta a un esperado salto profesional a la capital. Tras su crisis nerviosa de 1867, Bruckner hizo todo lo posible por irse a Viena. La gran oportunidad surgió con la muerte de Simon (10 de septiembre de 1867). Su puesto en la orquesta de la corte quedó vacante. Sin embargo, Rudolf Bibl le sucedió como organista de la corte. Aunque Bruckner solicitó su admisión en la orquesta de la corte, esa solicitud fue rechazada, al igual que la que presentó para ser admitido como profesor de armonía y contrapunto en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Viena.
Noticia inesperada
Finalmente, gracias a los intensos esfuerzos del director de orquesta de la corte, Johann Herbeck, Bruckner pudo ir a Viena. En la primavera de 1868 recibió una consulta sobre el sucesor de Sechter, a la que Bruckner no respondió en un principio. Es de suponer que se sentía frustrado por sus infructuosos esfuerzos hasta esa fecha.
En cualquier caso, con motivo del estreno de su Primera Sinfonía, el periódico Neue Freie Presse escribía en su edición del martes 19 de mayo de 1868:
Si se confirma la noticia del próximo nombramiento de Bruckner en el Conservatorio de Viena, no podemos sino felicitar a esta institución educativa.
, que también era director artístico de la Gesellschaft der Musikfreunde de Viena, debió de lanzar este anuncio, porque al parecer el propio Bruckner no sabía nada hasta entonces, ya que así se lo comunicó a Weinwurm en una carta unos días más tarde.
Seguridad económica
Sorprendido y algo dubitativo, presumiblemente sin estar plenamente consciente de la gravedad del asunto, Bruckner escribía a Herbeck una semana más tarde, el 26 de mayo de 1868:
Cuanto más tiempo pasa, y más vuelvo en mí de la gran sorpresa, más honorable etc. me parece esta llamada, y más inexpresable me parece su alta y graciosa obra. Al principio estaba tan aturdido, no tenía imaginación - porque mis nervios estaban demasiado crispados. Ahora reconozco cada vez más el significado del honor, y soy cada vez más consciente de ello.
Bruckner se sentía confuso, inseguro y presa del pánico. El puesto en el conservatorio le parecía menos seguro que el de Linz. Le preocupaba la seguridad económica. A medida que la situación empeoraba, consultaba repetidamente a amigos y conocidos. También mantenía una correspondencia constante con Herbeck.
Tranquilidad
Al final, parecía que no se atrevería a dar el paso decisivo, tirarlo todo por la borda y "abandonar el mundo". Pero entonces llegaron palabras tranquilizadoras y sensatas de Herbeck:
¡Queridísimo señor Bruckner! Todo va bien. Tómeselo con calma. ¿Tiene tan poca fe en mi palabra que cree que le empujo a tan lamentables arrebatos? No es cierto que le ofenderán en todas partes, que su patria le rechazará; solo debe ser lo bastante justo para darse cuenta de que una cuestión de existencia no puede resolverse en un abrir y cerrar de ojos. Su causa tomará ahora el camino imparable, recto y favorable. Nadie podrá perjudicarla, a lo sumo usted mismo, si enviara a otras personalidades cartas tan exageradas como la que me ha enviado hoy. Así que no se vaya '¡fuera del mundo!', sino 'al mundo', sin desalientos indignos de un hombre y artista de su calibre, no tiene motivos para hacerlo.
Admitido
El 28 de junio de 1868, Bruckner se muestra finalmente de acuerdo con todo y expresa su voluntad de aceptar el puesto que se le ofrece. Ya el 6 de julio de 1868, la dirección de la Gesellschaft der Musikfreunde de Viena emitió su decreto de empleo: Bruckner pasó a ser profesor de bajo continuo y contrapunto, así como profesor de la recién creada escuela de órgano del Conservatorio de Música de Viena el 1 de octubre de 1868. De este modo, sucesor de su maestro Simon Sechter.
Pasaría temporadas en Linz
Al mismo tiempo, Herbeck también había solicitado para Bruckner el puesto como organista de oficio de la orquesta de la corte imperial y real, para lo cual se presentó la correspondiente solicitud al Obersthofmeisteramt (Despacho del Chambelán), que el emperador Francisco José I aprobó inmediatamente. En otoño de 1868, Bruckner abandonó su piso de Linz y se trasladó a Viena junto con su hermana Maria Anna, que siguió apoyándole como ama de llaves. Por recomendación suya, Karl Waldeck obtuvo más tarde el puesto de organista de la catedral y de la parroquia de la ciudad. Sin embargo, Bruckner no dio completamente la espalda a Linz. Más tarde seguiría pasando temporadas en la ciudad, donde aún conservaba muchos amigos y conocidos.
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