Quien esto suscribe ha tenido la fortuna de asistir a numerosos conciertos y recitales protagonizados por Javier Perianes desde 1998, entre los cuales sus interpretaciones de los beethovenianos conciertos para piano y orquesta han sido siempre acontecimientos musicales de primera magnitud.
A lo largo de las casi dos horas que duró el concierto, el público disfrutó de lo lindo de casi una veintena de piezas polifónicas del Renacimiento español, la mayoría de ellas profanas, presentadas con una buena dosis de frescura y empatía, no exentas de musicalidad y, particularmente, limpieza en lo que respecta a la claridad y comprensión de las distintas líneas melódicas.
Palacio de Festivales de Cantabria.Maria Joao Pires, piano.Ludwig van Beethoven: Sonata nº 8 en Do menor op.13 “Patética”.Robert Schumann: Arabesque, op.18;Escenas de niños op.15.Ludwig van Beethoven: Sonata para piano nº 32 op.
Rattle sigue dirigiendo 'Harmonielehre' con la misma intensidad y claridad que lo convirtieron en intérprete de referencia de esta obra maestra.Al igual que había sucedido el día anterior con la 'Sinfonía nº 86' de Haydn, Rattle consiguió sortear las tremendas dificultades derivadas de la muy deficiente acústica de la Sala Argenta del Palacio de Festivales de Cantabria y pudimos disfrutar de la asombrosa maestría orquestal de Adams.
El devenir del concierto fue una travesía de marejadas y tormentas del alma, azotada por los estallidos del continuo en la mejor tradición retórica del canto barroco temprano.Audaces disonancias, vértigo en las resoluciones, poderío de una pulsación febril construida a base de arrebatos y relajaciones… la música al servicio total y exclusivo de la expresión.
Palacio de Festivales de Cantabria.Sala Argenta.London Symphony Orchestra.Sir Simon Rattle, director.Franz Joseph Haydn, Sinfonía nº 86 en re mayor, Hob.I/86.Benjamin Britten, Guía de orquesta para jóvenes.
Estos dúos requieren una interpretación inteligente, y sin duda la aportaron concienzudamente Lina Tur Bonet y Enrico Onofri.Los violinistas exhibieron un equilibrio impresionante entre las piezas más básicas y las más difíciles, dejando al oyente con una grata sensación de facilidad y satisfacción.
Palacio de Festivales.George Enescu: “Prélude à l’unisson”, de la Suite nº1 para orquesta piano nº9.Béla Bartók: Música para cuerdas, percusión y celesta.Gustav Mahler: Sinfonía nº4 en Sol mayor.Christina Landshamer, soprano.
Palacio de Festivales.Philip Glass: The Chase (Orphée and the Princess), Stoke’s Duet, The Poets Acts, Etude nº5, Cuatro movimientos para dos pianos.Leonard Bernstein: West Side Story (arreglo para dos pianos y percusión de Irwin Kostal).
El Concierto para piano nº 2 tuvo en manos de Yefim Bronfman a un solista de pulsación incisiva e intachable articulación, capaz de subyugar con seductor fraseo en los pasajes más líricos como de imponerse contundente en el “Marziale” y en la coda fina sin por ello desmerecer sus musicalísimos diálogos con los demás solistas de la orquesta.