Las obras de Hensel deberían estudiarse más a fondo, en busca de las creativas estrategias compositivas que les dan vida y significado, las innumerables influencias (musicales y de otro tipo) que dan forma a su lenguaje compositivo, las relaciones que guardan con la música de otros compositores contemporáneos y las aportaciones que hacen a la historia de la música del siglo XIX.
El Minguet Quartett tiene un calendario muy intenso de actuaciones en 2023: ha sido nuevamente invitado al Festival de Salzburgo y participará en el Festival Ligeti, para conmemorar el centenario del nacimiento del compositor húngaro.
"Ahora me han dicho que ya no se me permite tocar, porque con mi actuación la gente vería demasiado perturbada su devoción;¡ya nadie podría rezar!¡Vaya fama!".Max Reger, 1902
Uno se plantea si el tour de force de Isil Bengi no es tanto técnico sino emocional: la fusión del intérprete con ese éxtasis romántico que sólo entiende de la dicotomía entre el amor y la muerte, que sólo entiende, en mayúsculas, de la pasión.
La ' Sinfonía nº 2' de Brahms fue una combinación sensata con el 'Concierto para violín' de Dvořák.Herreweghe evocaba, en la presentación previa ante el público que colmaba la sala de la Filarmónica de Essen, que en aquellos años un Brahms ya famoso apadrinaba a un Dvořák poco conocido inicialmente.
Entretanto, con su estupenda técnica y su arraigada musicalidad, Giltburg se ha transformado en uno de los pianistas más impresionantes de su generación.No solo como intérprete, sino también con sus textos sobre música es un influyente mediador de la música clásica moderna.
El concierto de Hasselhorn y Martineau sí salió tal cual se había preparado y sin zozobras.Por fortuna, porque ha sido uno de los más perfectos que en este campo he podido escuchar en los últimos años.
El álbum deriva su título del famoso ensayo de Robert Schumann Neue Bahnen, en el que anunciaba al joven Brahms como la voz musical más eminente del futuro.
Manfred Honeck le ha hecho mucho bien a la Pittsburgh Symphony Orchestra, su época que arrancó con su clamoroso debut en 2006 y su primer nombramiento en 2007 (como director principal desde la temporada 2008/2009), hará historia.
Afkham, sin batuta, de gesto suave y nunca superfluo, logró imprimir una atractiva transparencia en las texturas, de manera que ni el coro fue sepultado orquestalmente ni al contrario.