Fue un programa rico e intenso, como los que agradaban sobremanera al profesor Franz Xaver Ohnesorg, que quedará guardado en la memoria de quienes tuvieron oportunidad de interpretarlo y presenciarlo.
Petrushka es una obra fundamental, de ruptura y de opción radical sobre el futuro.Edward Gardner subraya hasta qué punto el trazo es limpio, centrado en el timbre, casi dando la espalda a la melodía en beneficio del ritmo.
Présence lontaine alude al ensayo estético de Vladimir Jankélevitch 'La présence lontaine.Albéniz, Séverac, Mompou' (1983) da a conocer músicas de compositores franceses (Fauré, Ravel, Séverac y Satie) o hispanos, como Viñes y Mompou, que se sintieron atraídos por el Impresionismo francés de la primera década del s.
No es descabellado comparar las cualidades de conjunto del Eternum Quartet con las de un cuarteto de cuerda, ya que la producción tonal de los instrumentos es idéntica y tan aterciopelada.
Durante gran parte del siglo XIX, las canciones de Beethoven, Schubert, Schumann y Brahms se escucharon en el hogar, en el salón y, no menos significativamente, en la plataforma de conciertos junto con obras orquestales y corales.
Jan Vogler ha reflexionado a fondo sobre los distintos pilares de un repertorio que le es muy querido: suavidad del fraseo, rigor del gesto, esmero en la interpretación, todo está aquí en la más genuina vena
Para entender por qué la Ostersonate de Fanny Mendelssohn tardó casi 200 años en ser interpretada como la sonata de Fanny, no solo hay que viajar un poco en el tiempo, sino hay que ser también un detective a lo Miss Marple.