'Entre Sevilla y Triana' es una muestra deslumbrante de oficio, sabiduría, ingenio, sentido del humor y alegría de vivir (estas últimas cualidades no eran precisamente una virtud para el franquismo)
Hay muchos teatros en Europa donde no solo se canta bien sino que da gusto trabajar por el respeto con el cual emprenden su actividad.La ópera de Dresde creo que tiene la mejor acústica europea conjuntamente con la Staatsoper de Viena al cual se le suma la ventaja de poder ofrecer un título distinto todos los días del año.
El Teatro de la Zarzuela vio por vez primera cómo brillaron de nuevo las elevadas facultades canoras de soprano lírica de agilidad que atesora Lisette Oropesa, en la que prepondera un mórbido registro central y unos firmes agudos, espléndidamente emitidos, a lo que une una presencia carismática en el escenario que atrapó al espectador desde su primera interpretación
Vicky Peña es una Antigua de esas que hacen historia, tal es su espontaneidad y descaro en escena, quien encuentra su perfecto alter ego en el áspero y rudo Chinchorro de Pep Molina, un dúo que encumbra el buen teatro hablado, el del disparate y surrealismo que define a estos dos personajes.
A solo, Javier Ulises Illán dirigió a la Orquesta del Festival de El Escorial el pasodoble taurino de «El gato montés», en el que tuvimos la sensación de estar asistiendo a la feria de un pueblo o en un templete de música con una orquesta de bolo.
Esta 'Tabernera del Puerto' fue una buena ocasión de disfrutar de algo que se está descuidando tanto que prácticamente ya ha desaparecido: la tradición, la escuela de compañías a veces llamadas 'de bolo' pero mucho más serias de los que el nombre da a entender.
A partir del próximo martes 6 de julio y hasta el domingo 29 de agosto de 2021 se celebrará en Madrid la 37 edición del festival Veranos de la Villa, que en esta edición 2021 programa más de cincuenta actividades que abarcan un amplio abanico de disciplinas: música, artes escénicas, circo, exposiciones y gastronomía, que conectan el patrimonio cultural y las tradiciones, desde el Siglo de Oro hasta las nuevas sonoridades electrónicas
Raquel Lojendio tiene un carrerón por delante, paseándose por los más importantes coliseos operísticos nacionales.Su caracterización de Ascensión merece situarse entre las más granadas que hemos podido presenciar, revistiendo a Ascensión de un halo de nostalgia que alterna con una determinación escénica propia de las actrices de raza.
La escena, básica.Con apenas unos cortinajes de tiras tras los que se medio ocultaban y se transformaban los personajes;unos escasos objetos geométricos de uso variable;un vestuario actualizado, una luz que iba explorando todos los colores del espectro, y un movimiento bastante contenido.
"Hay que buscar una renovación en el público porque mucha gente se olvida que en algún momento también fue joven y tuvo el impacto de escuchar por primera vez una voz educada.El público amante de la ópera está ahí, y va a estar siempre, difícilmente se irá.