Un disco muy recomendable sobre todo para pianistas y aquellos que gusten de la música soviética porque el sonido de la orquesta es una combinación de las viejas tradiciones soviéticas y las novedades occidentales que la Filarmónica de San Petersburgo y Janssons ya conocían bien
Garattini Raimondi inserta a Mahatma Gandhi (Rudy Goddin) como un observador silencioso que, en cierto modo, extrae de la historia la motivación para sus posteriores enseñanzas.En el proceso, su papel se duplica.
Lo mejor de todo fue la maravillosa dirección de Viotti que, con la complicidad de la orquesta del Teatro, dio la mejor versión que jamás he escuchado en vivo, refinada, moderna, sensual pero pocas veces enfermiza, que no debería confundirse con decadente.
Los siete seleccionados para la fase de 'música de cámara' del Premio Busoni son: Francesco Granata (Italia), Do-Hyun Kim (Corea del Sur), Illia Ovcharenko (Ucrania), Jae Hong Park (Corea del Sur), Vladimir Petrov (Rusia), Lukas Sternath (Austria) y Serena Valluzzi (Italia).
Lo que se representa en 'Farnace' es mucho teatro del bueno y se escucha música del mejor Vivaldi.El compositor nos propone un enjambre de rojos y negros, de estrellas y dragones: un riquísimo kilim de infinitas texturas, colores y dinámicas.
Karkacheva (Rusia), Kutateladze (Georgia), Véliz Aquea (Chile), Choi (Corea Sud), Zgouridi (Estados Unidos) y Brea (Venezuela) son los ganadores de la 57 edición del Concurso Internacional de Canto Tenor Viñas
Del 5 al 8 de diciembre se celebró en el Conservatorio Nacional Superior de Arte Dramático (CNSAD) de París la décima edición del Concurso de canto y piano 'Nadia y Lili Boulanger'.Simultáneamente al concurso se conmemoró el 40 aniversario del fallecimiento de Nadia Boulanger.
Tengo para mí que la interpretación de Vittorio Grigolo de “Una furtiva lágrima”, aún siendo espléndida, no se hubiera bisado con la sala llena de los habituales espectadores scaligeros que conocen la tradición establecida por Toscanini de eliminar los bises aunque se pidieran unánime e insistentemente.
La parte visual pese a lo acertado de su dosificación lumínica, lo preciso de su rico vestuario, lo ajustado del recurso videocreativo o el realismo de su escenografía, no dejaba de evidenciar el engaño, es decir, el cartón piedra, constatación que también se apoderaba de la dirección escénica.