La Quinta de Bruckner, collage de audio de Dara Birnbaum en el Palacio Belvedere de Viena

El bicentenario del nacimiento de Anton Bruckner inspiró a la celebrada artista Dara Birnbaum para la creación de un collage de audio titulado Bruckner: Sinfonía nº 5 en si bemol mayor, que se exhibe en la sala Carlone del Palacio Belvedere (Superior) de Viena y que examina la estrecha imbricación de la recepción de esta obra con las condiciones ideológicas en Alemania y Austria bajo la barbarie del régimen genocida y antisemita nazi (1933-1945) de Adolf Hitler.

La presentación, en el marco del ciclo de exposiciónes Carlone Contemporary, va desde el 25 de abril hasta el 22 de septiembre, y yuxtapone interpretaciones de la citada Sinfonía bajo la égida de dos grandes directores del siglo XX, Wilhelm Furtwängler y Otto Klemperer. Ambos al frente de la Wiener Philharmoniker: Furtwängler en una grabación en vivo de 1951 en el Festival de Salzburgo, y Klemperer en otra grabación en vivo de 1968 en Viena.

Complejidad

Birnbaum utiliza pasajes clave de la partitura para organizar la yuxtaposición acústica de las dos interpretaciones, complementándola con grabaciones cinematográficas históricas de Klemperer y Furtwängler. La relación entre la música y la política se condensa así en la biografía de los dos intérpretes con toda su complejidad y sus contradicciones.

A Klemperer, perseguido por ser judío, se le prohibió trabajar en 1933 y huyó a los Estados Unidos, donde, a diferencia de muchos otros refugiados, pudo consolidar sus grandes éxitos. Furtwängler permaneció en Alemania, participó de múltiples maneras en el sistema nazi como director de orquesta y figura multifuncional.

Aunque nunca perteneció al partido Nacionalsocialista, Furtwängler figuraba en 1944 en la lista de los dotados con la gracia de Dios del tenebroso ministro de Propaganda del Tercer Reich, Joseph Goebbels, pero había entrado repetidamente en conflicto con las autoridades por defender la presencia de judíos en su orquesta. Después de la Segunda Guerra Mundial fue absuelto de toda colaboración con los nazis por los tribunales aliados en 1947.

Bruckner y Belvedere

La directora general del Palacio del Belvedere, Stella Rollig, explicó en la inauguración de la muestra que:

La dimensión histórico-política de la instalación de Dara Birnbaum en la serie (de exposiciones) Carlone Contemporary se complementa en el contexto del Belvedere con el hecho de que Anton Bruckner pasó el último año de su vida en el pabellón de custodia del Belvedere Superior. Su música forma parte del canon clásico y, por tanto, también está sujeta a una ambigua historia de recepción, tematizada por la artista .

Nada menos que la Quinta de Bruckner, escrita entre 1873 y 1875, mejorada y revisada críticamente entre 1877 y 1879 por el compositor, era la preferida de Hitler. Bruckner nunca pudo escuchar la interpretación de esta sinfonía por una orquesta. El estreno en la ciudad de Graz el 8 de abril de 1894 fue dirigido en su ausencia (debido a la grave enfermedad que padecía) por Franz Schalk. Dos años más tarde moriría Bruckner. En 1878 había añadido la tuba a la orquesta, algo que no estaba previsto en un principio. Durante aquel postrer período, su energía para concentrarse en nuevas ideas ya se había visto mermada.

Para Luisa Ziaja, conservadora jefe del Palacio Belvedere:

Dara Birnbaum utiliza la 5ª Sinfonía de Anton Bruckner para rastrear lo político en la historia de la música austriaca. Aborda cuestiones de apropiación, falsificación y utilización, pero también de ambivalencia y contradicción.

Distorsión

Schalk la interpretó en aquel estreno en Graz en un arreglo propio distorsionado (sin autorización de Bruckner). Su versión contiene retoques instrumentales, un scherzo acortado y, sobre todo, un corte de 122 compases en el final, así como la inclusión de una orquesta lejana, platillos y triángulo en la apoteosis final de la obra. Aunque esta versión sigue estando disponible en las grabaciones actuales, ya no tiene ninguna importancia en la práctica interpretativa, pues la versión original se impuso hace tiempo.

En este contexto, Dara Birnbaum se ha interesado especialmente en la utilización política de la obra de Bruckner por los nazis. La adoración de Hitler por el compositor y la posterior canonización nacionalsocialista de su obra se expresaron, entre otros aspectos, en el deliberado olvido de la profunda espiritualidad de Bruckner en sus piezas, en favor de una instrumentalización propagandística de corte racista, antisemita y xenófobo.

La idea original había surgido en 1995 al recibir Dara Birnbaum un encargo de la Kunsthalle de Viena para realizar dos obras. La referida a la Sinfonía nº 5 de Bruckner estaba pensada para la cafetería de dicho centro de arte moderno, donde si uno se sentaba en un lado oía una versión y si se sentaba al otro lado una segunda versión , relataba la artista en el año 2000 en una entrevista concedida a la periodista y crítica de arte Linda Yablonsky en los Estados Unidos.

Importante

Trabajó entonces para ello con el compositor y diseñador de sonido Andy Milburn (tomandandy), quien editó inmaculadamente las dos versiones, una contra la otra. La razón por la que era importante haber extraído aspectos de esta Quinta Sinfonía de Bruckner era la de que como había sido la pieza favorita de Hitler, no se permitió tocarla en los Estados Unidos durante 26 años tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), por lo que Dara Birnbaum pensó que era importante retomarla.

La música del siglo XIX de Anton Bruckner fue cooptada por el Tercer Reich, por considerar que expresaba el Zeitgeist del pueblo alemán y, por tanto, rara vez se tocaba fuera de Alemania tras esa conflagración bélica. Para esta exposición Birnbaum ha diseñado especialmente una nueva versión de esta instalación. Este collage de audio fue adquirido expresamente para la colección de arte del Palacio del Belvedere por la Fundación Ludwig de Austria, que también posee un Museo de Arte Moderno en Viena.

Sutil

Dara Birnbaum evocó durante la apertura que:

Mis abuelos paternos nacieron en Viena y emigraron a Nueva York hacia 1900. Creo que mi talento artístico procede de siglos de herencia europea. Así que tener el privilegio de exponer en el Belvedere me hace sentir en cierto modo como en casa. Cuando el 13 de enero de 1995 presencié cómo Leon Botstein, entonces director de la Orquesta Sinfónica de Estados Unidos, rompía la persistente censura que pesaba sobre la Sinfonía nº 5 en si bemol mayor de Anton Bruckner, me sentí profundamente conmovida.
Esta obra, la sinfonía favorita de Hitler, no pudo interpretarse en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. En mi investigación, descubrí que distintos directores de orquesta interpretaban esta composición de maneras diferentes. En estos tiempos caóticos, quizá sea mejor buscar la auténtica intención del artista en su obra creativa y reconocer que todo -incluido el arte- está abierto a la interpretación. Sutil, quizás, pero extraordinariamente significativa precisamente por ello .

Sobre la sala y la artista

La Sala Carlone o Sala Pintada debe su nombre al especialista en frescos del norte de Italia Carlo Innocenzo Carlone (1686-1775), quien diseñó el impresionante fresco del techo que representa el Triunfo de la Aurora. Esta sala se utilizaba originalmente para socializar en los días calurosos del verano a las afueras de Viena.

Hoy es la sede del ciclo Carlone Contemporary, en el que, a intervalos de seis meses, artistas contemporáneos desarrollan sus posiciones frente al programa pictórico de los frescos del Barroco, tendiendo así un puente desde el antiguo mundo de los dioses mitológicos Apolo y Diana hasta la actualidad.

Dara Birnbaum, nacida en 1946 en Nueva York, donde aún vive y trabaja, es una pionera del arte de los medios de comunicación. Desde finales del decenio de 1970 se ha dedicado a analizar críticamente las imágenes de los medios de comunicación de masas, especialmente de la televisión, sus formas de expresión y su efecto manipulador. Creaciones suyas integran la colección del Museo Nacional Cenrtro de Arte Reina Sofía de Madrid.

Deconstrucción analítica

En el contexto del arte visual en sentido estricto, la deconstrucción analítica es sin duda la más importante de las estrategias post-utópicas, de la cual Dara Birnbaum es una típica representante.

Su obra ha sido galardonada y expuesta en numerosas ocasiones, las más recientes: Tai Kwun, Hong Kong (2023), Fondazione Prada Osservatorio, Milán (2023), Prada Tokyo Aoyama (2023), Museum of Modern Art, Nueva York (2023, también 2008), MoMA PS1, Nueva York (2019), National Portrait Gallery, Londres (2018), Cleveland Museum of Art (2018). Creaciones suyas forman parte de la colección del Museo

Se han expuesto retrospectivas completas en el Hessel Museum of Art, Annandale-on-Hudson (2022), el Miller Institute for Contemporary Art, Pittsburgh (2022), el Museu de Arte Contemporånea de Serralves, Oporto (2010), y el S.M.A.K. Stedelijk Museum voor Actuele Kunst, Gante (2009). Birnbaum también estuvo presente en documenta 7, documenta 8 y documenta 9 de Kassel (Alemania). En 1987, fue la primera mujer del ámbito del vídeo en recibir el prestigioso premio Maya Deren del American Film Institute. En 2017, la Escuela de Arte de la Universidad Carnegie Mellon instituyó el Premio Birnbaum en su honor.

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