Los códigos estilísticos de 'Coppelia' favorecen por su misma idiosincrasia una reformulación o nuevo acercamiento desde el prisma de la era contemporánea, una nueva modernidad como en las décadas de los 20 y 30.
La excusa del viaje realizado por Ravel a EEUU en 1928 -en el trasatlántico Paris- y otros viajes de compositores e intérpretes de los años 1920, le permite plantear a Anne-Sophie Bertrand un repertorio de una de sus épocas favoritas, los años de entreguerras (1918-39).
Chamayou posee una técnica soberbia, un sonido hermoso y bien proyectado, y un control absoluto de las gamas dinámicas y el color: todo lo que se necesita para alcanzar la excelencia en el Concierto 'Egipcio'.
La puesta en escena de Gallienne oscila entre el respeto al libreto y a las situaciones, con buena dirección de actores, y alguna que otra idea peregrina de las que parecen "necesarias" para que pueda decirse que el director de escena no ha hecho un trabajo banal.
El director de orquesta alemán Klaus Weise falleció el pasado 4 de septiembre en Cagnes-sur-Mer, donde vivía.Director de la Orquesta Sinfónica de Sevilla entre 1997 y 2000, no llegó a finalizar su contrato en ella debido a una disputa entre Weise y los herederos de Falla.
Salonen tiene en cuenta que ésta es una de las pocas obras de Messiaen en las que su profundo catolicismo no juega ningún papel;pero logra que durante casi hora y media el público –y los músicos- disfruten de un edén terrenal.
Pura vida.Vida que suda, que escupe, que genera adrenalina, que se mueve por el sexo y la ambición, todo eso y mucho más en una de las mejores representaciones operísticas que he visto en mucho tiempo.
El pasado 9 de marzo se celebró en el Grand Théâtre de Provence la 29 edición de los Victoires de la musique classique.Entre los premiados figuran Gabetta y Bertrand, Tézier, Saariaho por su ópera 'Innocence', Eugénie Joneau y Pierre Dumoussaud.
Lo mejor de todo fue la maravillosa dirección de Viotti que, con la complicidad de la orquesta del Teatro, dio la mejor versión que jamás he escuchado en vivo, refinada, moderna, sensual pero pocas veces enfermiza, que no debería confundirse con decadente.
La idea de poner decorados y vestuario a este 'Réquiem' no parece agregar nada y sí distraer un poco de texto y música, pero no se han producido aquí las tropelías que, con el mismo tipo de obra, han tenido que sufrir Verdi y Mozart (y Bach, aunque en su caso el objeto de interés hayan sido sus Pasiones) y varios otros oratorios de diversos autores