Gounod, Donizetti, Mozart, Verdi y Puccini llevan conocidos títulos del repertorio como 'L’elisir d’amore', 'Rigoletto', 'La bohème', 'Roméo et Juliette' y 'El rapto en el serrallo'.
Amina, en vestido blanco distintivo de su pureza de novia, es asediada desde el comienzo de la representación por una legión de jóvenes bailarines con vestiduras oscuras que giran alrededor de ella, acosándola y dirigiendo sus movimientos por el escenario, cual alma exangüe.
'I Puritani' necesita imperiosamente de un buen cuarteto protagonista, y ABAO presentó un cuarteto acertadísimo compuesto por tres cantantes jóvenes (Anduaga, Filonczyk y Fuentes) y una soprano también joven, pero con otro grado de veteranía: una Jessica Pratt fascinante
Abbado dirigió bien e hizo relucir a la orquesta, que está en un buen momento después de Gatti y a la espera de Mariotti, pero lo hizo muy fuerte en detrimento de las voces que no son, ni tienen por qué en esta ópera, cañones.
Se ha abierto la inscripción para la tercera edición del 'Concorso di Canto Lirico Virtuale SOI Scuola dell’Opera Italiana Fiorenza Cedolins' que se desarrollará hasta el 15 de mayo de 2022
Jessica Pratt se probaba cantando cuatro roles, algo que normalmente no se suele hacer.Pratt es una cantante con capacidad para afrontar ese complicado reto con cierta holgura, pero al menos en la función inaugural no estuvo a la altura de otras citas bilbaínas.
Oxford ha creado un sitio web para acompañar a "Vocal Virtuosity" en el que se recomienda y ofrece al lector el material que no puede estar disponible en un libro, incluyendo: listas de reproducción, partituras e imágenes adicionales.
A falta de la oferta que vayan sumando Kursaal Eszena (San Sebastián) y el bilbaíno Teatro Arriaga, el paisaje musical vasco del próximo curso se ha desvelado esta pasada semana con una llamativa concentración.
Seis directores masculinos dirigirán ocho títulos de compositores varones con dirección escénica de registas varones: Offenbach, Mascagni, Leoncavallo, Mozart, Poulenc, Zemlinsky, Rossini, Verdi y Puccini.
Solo la ignorancia más supina se permite afirmar que Meyerbeer se limitó a imitar las fórmulas del gran huracán que arrasaba en los escenarios italianos, Rossini.El alemán, aun asimilando perfectamente los procedimientos del belcanto imperante en el momento, demostró tener una voz propia desde el inicio, y así lo reconocieron el público y la crítica contemporáneos.