Lamentablemente la régie está despiadadamente exenta de toda ironía.No aprovecha el humor negro que prodigara el propio Giuseppe Verdi, verbigracia cuando Sparafucile insiste en la respetabilidad de su profesión de asesino a sueldo.
Tomáš Netopil se compenetra con el universo exaltado, a veces caótico y desproporcionado, que transmite con profusión la Sinfonía nº 3 de Mahler.Explora cada detalle con una precisión casi quirúrgica, pero responde sin restricciones a las generosas y vibrantes exigencias de una partitura rica en giros tanto melódicos como rítmicos.
Cada vez que Freddie Mercury entraba en el escenario con su banda Queen, la experiencia era excepcional.Frank Matthus y Jochen Kilian, transportaron esta energía al teatro enmarcándola con una obra de nuevo desarrollo.
Auf Teilzeitstellen hingegen sind bereits viele Frauen im Kirchenmusikerberuf tätig, leider oft auf Stellen die keine adäquate Bezahlung vorsehen.Der Beruf ist wie viele andere Professionen in der Vergangenheit eine von Männern besetzte Domäne gewesen.
Hay muchas mujeres que trabajan como músicas de iglesia en puestos a tiempo parcial, desgraciadamente a menudo en trabajos que no proporcionan una remuneración adecuada.La profesión, como muchas otras, ha sido un ámbito dominado por los hombres en el pasado.
Iona Fyfe es una de las voces de la nueva generación que reclaman airadamente en el Reino Unido contra la catástrofe provocada por el Brexit.Su protesta no es con marchas, sino que está contenida en la letra, así como en la propia música que la acompaña.
"Natus est Jesus" del Ensemble Tresonare es una hermosa producción que nos devuelve a un mundo donde la Navidad tiene un lugar para nada vinculado con su actual avatar comercial y financiero.
La interpretación de la partitura original de Heinrich Band de la "Fantasía nº 2" que hace Santiago Cimadevilla con su bandoneón permite entrever que el “fueye“ habría sentido ya cierta vocación tanguera sin haber tenido ni idea siquiera del destino secular que le aguardaría en Buenos Aires y Montevideo hacia finales del decenio de 1890 y comienzos de 1900.
De Ruiter y Aguiar, cada uno por su lado, tienen muchas tablas y saben mantener el equilibrio de sus respectivos lenguajes musicales durante toda la velada.
La efectista historia que relata North comienza con el funeral del compositor en 1827, al que habrían acudido alrededor de 20.000 personas, según se dice.De pronto, Beethoven aparece ante el público: “No hay amigos“, espeta.