La práctica artística del Gropius Quartett no se basa en absoluto en una simple aritmética, sino en un acuerdo empático sobre el conjunto y en la escucha paciente del otro en cada detalle.
Formado por cuatro músicos de amplia trayectoria internacional como solistas y músicos de cámara, e inspirados por el ejemplo de Walter Gropius y por sus maestros Yehudi Menuhin y Mstislav Rostropovich, el Gropius Quartett ha recibido el elogio unánime de la crítica especializada desde su concierto-debut en el Nationaltheater de Weimar en el año 2018.
El trabajo de Pountney ha sido extraordinario y se ha ‘limitado’ a exponer con claridad el libreto y a trabajar notablemente con los cantantes/actores.Destacan la dignidad, los diversos ‘no’, la impotencia de los guardianes que no entienden por qué todos los detestan, las mezquindades, los castigos inútiles, los intentos de comprar fidelidades.
Es posible que la llegada de Ozawa a la Sinfónica de Boston en 1973 se debiera al hecho de que para entonces tanto Karajan como Bernstein ya estaban explotando exitosamente con sus filmaciones la faceta más visual de la música, y que en consecuencia allí quisieran apuntarse a esa corriente contratando a un director joven (aún no había cumplido cuarenta años), exótico (por su procedencia y por su atuendo), y precisamente muy visual
El mundo de la cultura y del arte se muestra cada vez más privado de libertad y más vigilado y sometido al arbitrio del poder político establecido.La muy elemental y siempre loada libertad de llevar el arte a todas partes parece haber haber sido suprimida, paradójicamente en nombre de la libertad y de la democracia.
El Rastrelli Quartett opta por un virtuosismo (sobreentendido) de gran sensibilidad y sin ostentaciones (no las necesita en absoluto), ajeno a esa ágil fluidez exhibicionista que se encuentra en los artistas contemporáneos.