El verdadero protagonista de la ópera, ese múltiple, desfachatado, simpático y modernísimo Fígaro (interesado por el dinero, pero con su corazoncito) tuvo en Olivieri el protagonista que ya le vimos en Milán y Viena, aunque más desvergonzado, más divertido y divirtiéndose, y cantando con propiedad
In Federica Lombardi the new production at the Deutsche Oper had exactly the voice it needed to transform the evening into an event, and the strong support of Vasilisa Berzhanskaya and René Barbera allowed scene after scene to sparkle on vocal majesty alone.
Donde no hay poder, sexo y sangre la fantasía un tanto desbocada de Bieito no tiene de dónde cogerse.Aquí sangre había, pero el tema del poder, aunque existe, no está en primer plano y el amor, o es casto o es filial.
La primera reposición de la puesta de Christoph Loy para 'La forza del destino' estrenada en el Covent Garden en el 2019 permitió al público londinense apreciar una genial dirección orquestal a cargo de Mark Elder.
Los dramas del Holocausto, tan crudamente documentados en películas que todos hemos visto, no son teatralizables en un escenario de ópera, simplemente porque cualquier teatralización termina reduciendo a una especie de parodia el mensaje político que se quiere pasar al público
Y vamos a las dos interpretaciones que dieron sentido a la representación.Se podía esperar que Olivieri fuera un excelente Guglielmo, y los que habíamos escuchado a Torre en Martina Franca, pensábamos que saldría airosa de Despina.
Empecemos por decir, como todo el mundo, que el regisseur Barrie Kosky reafirmó su excepcional talento como director de escena con un 'Orfeo en los infiernos' de irresistible coreografía y movimiento de coros y cantantes solistas.
Deutsche Oper Berlin.Rossini: Il viaggio a Reims.Jan Bosse, director.Elena Tsallagova (Corinna), Vasilisa Berzhanskaya (Marchesa Melibea), Siobhan Stagg (Contessa di Folleville), Hulkar Sabirova (Madama Cortese), Gideon Poppe (Cavaliere Belfiore), David Portillo (Il Conte di Libenskof), Mikheil Kiria (Lord Sidney), Davide Luciano (Don Profondo), Philipp Jekal (Barone di Trombonok), Dong-Hwan Lee (Don Alvaro), Sam Roberts-Smith (Don Prudenzio), Juan de Dios Mateos (Zefirino), Alexandra Ionis (Maddalena), Meechot Marrero (Modestina), Davia Bouley (Delia) and Byung Gil Kim (Antonio).
El fallo fundamental de la producción es que transforma en cómicos muchos momentos que dudo mucho que lo fueran en la mente de Shostakóvich.Es cierto que es una risa amarga, pues todo lo que vemos es radicalmente sórdido, pero incluso esa risa que se estrangula en la garganta hace que el drama que se viva en escena parezca menor, una chanza de mal gusto, un mal chiste de bragas, camisetas y calzoncillos sucios (en amplia exhibición, por cierto, durante gran parte de la obra)