Concierto relativamente satisfactorio pero un poco frío (preludio de la gran nevada de horas después) el dirigido por el insigne Michel Plasson, que colabora por primera vez con la OSCyL.Como ocurre cuando nieva, Plasson trajo estampas bonitas pero también algunas dificultades;
Gluzman interpreta con brillantez pero desde la honestidad, y por tanto pertenece a esa categoría de músicos donde el lucimiento no es prioritario.También huye del sentimentalismo, pero sabe tintar afectuosamente algunos momentos muy bien elegidos, por ejemplo los pianos del segundo movimiento.
Los seis seis minutos de intervención de Eugenia Boix resultaron dolorosamente escasos.Saber cantar lied proporciona unas herramientas muy poderosas para poder extraer todas las posibilidades a un texto, y Eugenia Boix añade además un crisol de matices intensos y personales.
Haydn siempre agradece cierta movilidad en el discurso, y la capacidad de Martín para sorprender y sobre todo interpretar con entusiasmo hicieron que el tono general del concierto permitiera disfrutarlo como un divertimento apreciable;
El tratamiento escénico de Viñaspre es complejo dentro de la economía escénica: soprano y pianista son personajes, la primera como centro de su propia evolución, y la segunda como figura que parece justo lo que provoca las ataduras y decepciones del personaje central (esencialmente costumbres sociales, con toques matroniles o incluso de patriarcado).
Cancelar la cita nocturna en el castillo hubiera sido preferible a representar en estas condiciones 'Triópera3', la cual, independientemente de su escasa calidad, requería un espacio y unos medios técnicos muy diferentes de los ofrecidos
En su quinta edición, que no es una mayoría de edad pero por lo menos indica ya que un festival ha cuajado y no es 'flor de un día', el Festival Little Opera de Zamora ha tenido que adaptar lo que iba a ser una edición conmemorativa a un festival que ha conseguido conservar una de sus sus premisas básicas, la de la autenticidad, y sobre todo ha mantenido la música en vivo y en directo
Llevaba varios meses escuchando en vivo solo música clásica, así que este concierto fue para mí un soplo de aire fresco.Si unimos al frescor del aire la calidad intrínseca de este recital, la sensación fue la de asistir a un evento de los que deben permanecer en el recuerdo.
En todos estos años de titularidad nunca se vio a Gourlay empujar a la orquesta de forma tan intensa, desgarradora incluso, pero sin salirse nunca de una camisa de fuerza de exhaustivo cariz regulatorio.
Maria Teresa Leva es capaz de lo mejor y lo peor con breves segundos de diferencia.Su capacidad para el piano es estupenda, dada su muy trabajada emisión, útil para todo excepto para los graves y para la agilidad y algunos ataques en la parte alta.