Discos

Gótico Puccini juvenil

Raúl González Arévalo
jueves, 31 de octubre de 2019
Giacomo Puccini: Le Willis, ópera-ballet en un acto, con libreto de Ferdinando Fontana (1884). Ermonela Jaho (Anna), Arsen Soghomonyan (Roberto), Brian Mulligan (Guglielmo). Opera Rara Chorus. London Philarmonic Orchestra. Sir Mark Elder, director. Un CD (DDD) de 65 minutos de duración. Grabado en el Henry Wood Hall de Londres en noviembre de 2018. OPERA RARA ORC59.
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Nueva campanada de Opera Rara, que ofrece en primicia mundial la versión primigenia de la primera ópera de Puccini, Le willis, más conocida en la posterior adaptación en dos actos, ya con el título de Le villi, de la que hay una grabación de referencia encabezada por Renata Scotto y Plácido Domingo (CBS/Sony 1979) y otra mucho más modesta patrocinada por José Cura (Nuova Era 1995). Así, escuchamos la primera versión como no ha sido posible en 135 años. Toda una sorpresa.

La grabación del sello británico parte de la nueva edición crítica de Ricordi, realizada por Martin Deasy, responsable además de unas interesantísimas notas que explican el simbolismo que alberga la obra, basada en una leyenda romántica de tintes góticos procedente de Centroeuropa. Además, reconstruye a la perfección la atmósfera que rodeaba el mundo de la composición lírica en la década de 1880, cuando el genio de Luca irrumpió en el panorama operístico italiano de la mano de su principal mentor, Ponchielli. Más aún, desmiente una creencia popular. La tradición siempre ha narrado que el joven aspirante a compositor presentó la obra a un concurso patrocinado por el editor Sanzogno y el jurado no supo ver su potencial, no siendo premiado. Ahora sabemos que en realidad el todopoderoso y clarividente Ricordi, en connivencia con Ponchielli, maniobró para que el mérito de Puccini no fuera reconocido y así quedarse sin impedimentos con los derechos de la obra, tan prometedora. Tanto es así que, efectivamente, la publicó y pidió al compositor modificaciones, no solo la articulación en dos actos, sino también la composición de números solistas para los protagonistas, que terminaron cristalizando en una romanza para Anna y una escena dramática y romanza para Roberto, incluidos en un generoso apéndice de 18 minutos que alargan una obra concisa, de apenas tres cuartos de hora de duración.

Siempre me han dado curiosidad las primeras óperas de los grandes compositores. Creo sinceramente que Le willis supera en personalidad y madurez a Demetrio e Polibio de Rossini, a Enrico di Borgogna de Donizetti y Oberto, conte di San Bonifacio de Verdi. En todo el siglo XIX probablemente solo Adelson e Salvini de Bellini –también grabada por Opera Rara, como comenté aquí– anunciaba de manera tan evidente lo que estaba por venir. Y de la misma manera que el catanés dejó una melodía ya memorable (“Dopo l’oscuro nembo”), el luqués hace lo propio con la plegaria que cierra la primera parte, “Angiol di Dio”, en la que participan los tres protagonistas y el coro, en un clímax indiscutible de uno de los mejores números de toda la partitura. No extraña que retomara el motivo cuando compuso la nueva aria de Roberto. Y tampoco que diera el campanazo que dio con su tercer título, Manon Lescaut –igual que haría Bellini con Il pirata, para cerrar la comparación–.

Como viene siendo habitual, el sello británico cuenta con estrellas consagradas y jóvenes valores. En esta ocasión Ermonela Jaho firma su segunda colaboración con la casa después de su espléndida Zazà de Leoncavallo. Las exigencias interpretativas, obviamente, son menores, pero la albanesa da lo mejor de sí misma en el compositor con el que mejor se le identifica. Aunque afecta de un trémolo que utiliza con fines dramáticos, luce los magníficos pianissimi y medias voces que la han hecho famosa, una dicción inmaculada y un fraseo de gran intención dramática, aunque sin cargar las tintas. El resultado, como siempre, es emocional como pocos. El anuncio de la grabación en noviembre de un recital monográfico dedicado a Rosina Storchio con los británicos, en colaboración con la Orquesta de la Comunitat Valènciana, promete mucho.

A su lado comparece por primera vez el tenor Arsen Soghomonyan, desconocido para mí hasta el momento. El armenio, que se formó y debutó en la cuerda de barítono, posee una voz perfectamente madura, de metal broncíneo atractivo, robusta y aterciopelada en el centro, segura y certera en el agudo, colores oscuros y un buen manejo del italiano, aunque sin el virtuosismo de su compañera. El intérprete es musical, apasionado sin excesos y tiene instinto dramático, aún con margen de desarrollo. La escena añadida de Roberto confirma todas las posibilidades que le aguardan como lírico spinto, de Verdi (Don Álvaro de La forza del destino) a Puccini (Des Grieux, Cavaradossi, Calaf). Un nombre para seguir con interés.

El cometido de Brian Mulligan como Guglielmo es mucho más reducido, pero el barítono norteamericano revela buenas cartas para este repertorio –Sharpless, Scarpia– con una voz sólida, bien timbrada, y una buena impresión en la intención con la palabra. El Coro de Opera Rara sigue dando muestras de su gran nivel, mientras que la espléndida Filarmónica de Londres, habitual de la casa (Aureliano in Palmira, Ermione, Elvida, Il pirata, Parisina, Margherita d’Anjou, Alessandro nell’Indie, Il diluvio universale, Pia de’ Tolomei, Bianca e Falliero, Francesca di Foix, La straniera, Offenbach – Entre Nous) no necesita presentación. La opulencia del sonido ofrece una riqueza de matices que permiten apreciar mejor aún las cualidades de un compositor del que cuesta imaginar que apenas hubiera salido del conservatorio.

Por último, Sir Mark Elder a la batuta mantiene intacto el instinto dramático que le ha llevado a firmar grandes colaboraciones con el sello, casi todo Donizetti (Rita, Les martyrs, Belisario, Imelda de’ Lambertazzi, Le duc d’Albe, L’ange de Nisida, Don Sébastien, roi de Portugal, Maria di Rohan, Linda di Chamounix) con excepción de Semiramide y Fantasio. El británico, que acaba de despedirse de la dirección artística del sello, siendo sucedido por Carlo Rizzi, aún tiene en fase de producción Il paria, grabada la primavera pasada, y para el futuro anuncia con el sello la primera versión de Simon Boccanegra.

En definitiva, el segundo acercamiento de Opera Rara al verismo italiano se salda con otro éxito rotundo.

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